El 90% de las localidades costeras españolas tienen «mal planificada» la depuración de aguas residuales mientras los vertidos siguen creciendo, especialmente durante las vacaciones de verano. Según Ecologistas en Acción, estos vertidos han crecido alrededor de un 10% en el último año.
Así lo recoge el informe «Banderas Negras 2011. Esto es una barbaridad», que presentaron este martes en Madrid los ecologistas. El estudio hace un diagnóstico de la situación de la costa y de su socio-economía y aporta soluciones a la «crisis ambiental» que, según la organización, sufre el conjunto del litoral español.
Según afirmó el coordinador de Medio Marino de Ecologistas en Acción, Jorge Sáez, la depuración de aguas residuales está «mal planificada» en el 90% de las localidades de costa, «en los casos en los que se realiza».
En la mayoría de los casos, el problema radica en que estas instalaciones se ven desbordadas durante los periodos vacacionales, según la ONG. «La fractura entre la población residente y los visitantes en verano es tal que, aunque las depuradoras funcionan bien en invierno, en verano pueden llegar a verter más de lo que reciben», señaló Sáez.
Ecologistas en Acción destaca el caso de la «cascada de la mierda» en Altea (en Benidorm, Alicante), por el vertido directo de aguas residuales al Parque Natural de la Sierra Helada. «Si se nos da la razón, puede pasar que los ciudadanos no puedan tirar de la cisterna», añadió Sáez.
Según indicó Natalia Martínez, de Ecologistas en Acción, el informe alerta también de que «siguen existiendo zonas de alta peligrosidad» de vertidos industriales en la costa española (como el mar de Alborán o el Estrecho de Gibraltar), y denuncia «la falta de planificación» en la construcción de puertos y el elevado nivel de «artificialización de la costa», entre otras cuestiones.
«No hemos aprendido nada de los errores que nos han llevado a la crisis, y todavía seguimos realizando vertidos al mar y no reutilizando las aguas. La búsqueda de beneficio económico a corto plazo ha provocado una marea de degradación y de destrucción sin miramientos. Se nos presenta un escenario realmente gris», concluye Ecologistas en Acción en el informe.
