España e Irlanda son los dos países de la EU donde más se redujeron en 2010 las emisiones de gases de efecto invernadero (en concreto un 2,9%) debido al impacto de la crisis económica y financiera. En contraste, en el conjunto de la UE las emisiones aumentaron un 2,4% a causa del inicio de la recuperación, según un informe publicado este viernes por la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Las emisiones cayeron también en Grecia y Chipre (-1,8%), Rumania (-0,9%), Bulgaria (-0,7%). «Las emisiones disminuyeron en España, Grecia e Irlanda, en parte debido a la recesión económica», resalta el estudio.
En Portugal y Malta se mantuvieron prácticamente estables y en el resto de Estados miembros aumentaron. Entre los grandes países de la UE, los mayores incrementos corresponden a Alemania y Polonia (+3,8%), Reino Unido (+3%) y Francia (+1,4%).
El aumento global del 2,4% en las emisiones de la UE se explica, según la Agencia del Medio Ambiente, por «el retorno al crecimiento económico en muchos países y un invierno más frío que provocó un aumento de la demanda de calefacción». «No obstante, el incremento de las emisiones se vio contenido por el cambio del carbón al gas natural y el fuerte crecimiento sostenido en generación de renovables», apunta.
Pese a este repunte, las emisiones de los 15 antiguos Estados miembros de la UE se situaron el año pasado un 10,7% por debajo del nivel de 1990, más allá del objetivo colectivo de un 8% de reducción. Sólo Austria, Italia y Luxemburgo incumplen claramente su objetivo.
En el caso de España, el nivel de emisiones de efecto invernadero es un 26% superior al de 1990, por encima del tope del 15% autorizado en el reparto interno de la UE. No obstante, las autoridades españolas ya se han comprometido a cubrir la diferencia con créditos logrados en inversiones en países en vías de desarrollo, por lo que la Agencia no lo considera un incumplimiento.
Según una encuesta del Eurobarómetro publicada este viernes, el 51% de los europeos considera que el cambio climático es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta el mundo (porcentaje que aumenta al 56% en el caso de España).
Entre las recetas para combatirlo, los españoles se encuentran entre los ciudadanos de la UE más partidarios de aumentar los impuestos sobre la energía. Portugal encabeza la clasificación (con un 87% de sus ciudadanos partidarios de basar la fiscalidad en el uso de la energía), seguido de España (83%), Chipre (81%) y Austria, Eslovenia y Suecia (78%). La media de la UE se sitúa en el 68%).
