El MIT refuerza en España la expansión del coche que «se comprime» al aparcar

El MIT refuerza en España la expansión del coche que "se comprime" al aparcar
. EFE/Archivo

El MIT ha reforzado sus planes para extender en España, más allá de Vitoria y Barcelona, su proyecto de automóvil ecológico, diseñado para «comprimirse al aparcar, y dar cabida a tres de esos vehículos en la plaza de uno convencional», ha avanzado en una entrevista a Efe uno de sus responsables, Ryan Chin.

Ryan Chin es miembro del equipo de investigación de ciudades inteligentes del MIT Media Laboratory, y ha participado esta semana, en el congreso EmTech, celebrado por primera vez en Europa, en Málaga, organizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y su revista Technology Review, de la mano del Club Málaga Valley.

En colaboración con la Universidad de Vitoria, este investigador dirige un proyecto para poner en marcha, previsiblemente en enero, el primer prototipo a escala real en España de este sistema de movilidad «inteligente».

Ha explicado que, en Málaga, se han mantenido distintas reuniones y contactos con autoridades regionales para extender en el territorio español este proyecto de movilidad urbana «a demanda», que funcionará ya a partir de 2014, en media docena de urbes del mundo, entre ellas, Vitoria y Barcelona, con la previsión de veinte prototipos disponibles el año próximo.

Según este investigador, cofundador del MIT Smart Customization Group, cuyos trabajos se centran en temas de protección medioambiental, eficiencia energética y beneficios de la personalización inteligente de productos, «las autoridades malagueñas ven con buenos ojos este proyecto», para reducir el tráfico y la contaminación en las ciudades.

Ha añadido que la iniciativa se basa, principalmente, en una sofisticada flota de vehículos eléctricos «ligeros», de 450 kilogramos de peso, que giran por completo sobre sí mismos, mediante unas ruedas robotizadas, y que se pliegan en vertical al aparcar.

Los automóviles de este proyecto, que ha involucrado para su desarrollo a más de un centenar de expertos del MIT, desde 2003, se complementan con una amplia red de estaciones de recarga de baterías, que requieren sólo treinta minutos para llenarse y que permiten circular durante un recorrido de hasta 100 kilómetros.

Ryan Chin ha advertido de que este nuevo modelo de vehículo «compartido» por varios usuarios es «muy rompedor», porque cambia el paradigma convencional de la movilidad en la ciudad, tradicionalmente muy basado en el transporte particular.

Añade que la idea de reducir el transporte urbano individual disgusta a los fabricantes de automóviles; por ello, les anima a cambiar su tradicional estrategia de negocio centrada en la fabricación, para sustituirla por otra, en la que se incluya la prestación de servicios.

A los particulares, el automóvil del MIT les evitará comprarse un coche para trasladarse a la ciudad y les permitirá conectar cómodamente desde su vivienda hasta cualquiera de las estaciones de transporte público convencionales, en donde estarían disponibles estos vehículos, y en dónde también podrían dejarlos tras su uso.

Además, tendrán la ventaja de no verse obligados a llevar de vuelta el automóvil a su domicilio, después de utilizarlo, y podrán usarlo temporalmente, durante una franja horaria o en un trayecto único.

Una vez concluido el servicio, dejarán el vehículo en una de las estaciones de servicio, eludiendo así posibles problemas de aparcamiento, ahorrándose tiempo y dinero.

De acuerdo a sus cifras, un vehículo que circula por una ciudad congestionada por el tráfico puede ver mermado su depósito de carburante hasta el 40 por ciento respecto a lo habitual.

Para Chin, la posible consolidación de este tipo de proyectos de forma generalizada en las ciudades tardará aún bastante tiempo, al menos una o dos décadas, ha dicho, principalmente, debido al alto «stock» de vehículos convencionales producidos, a los que los fabricantes habrán de dar salida en los próximos años.

Según sus cifras, actualmente solo entre el 5 y el 7 por ciento de los fabricantes de automóviles utiliza alta tecnología en sus procesos de producción.

Con una población mundial en progresivo crecimiento, cada vez más concentrada en las ciudades y con mayores demandas, «la tierra urbana» se está volviendo «muy valiosa».

En su opinión, una de las claves para un desarrollo exitoso está precisamente en la capacidad de sacar el máximo provecho del espacio urbano disponible.

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