Científicos de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pirenaico de Ecología escanean por primera vez un glaciar

Un equipo de científicos de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pirenaico de Ecología –perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)– han escaneado por primera vez de forma completa y precisa un glaciar del Pirineo con el fin de conocer con exactitud su evolución.

Se trata del Glaciar Norte, situado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido del Pirineo aragonés. Los investigadores han obtenido representaciones tridimensionales del glaciar, gracias a la utilización de tecnología láser, que permite medir la distancia entre un punto y una superficie determinada en miles de puntos por segundo, ha informado la Universidad de Zaragoza en un comunicado.

Este estudio es el inicio de una investigación que pretende realizar escaneados consecutivos en primavera y otoño tanto de este glaciar, como de otros en distintos valles pirenaicos. De esta forma, se podrá conocer la cantidad de nieve acumulada durante la estación fría, y la fusión de nieve y hielo que se produce durante la estación cálida, pudiéndose monitorizar con precisión el balance de masa del glaciar (diferencia entre acumulación y fusión) para cada año.

Este trabajo está siendo realizado por investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Huesca y del Instituto Pirenaico de Ecología, que han aplicado un láser escáner de largo alcance para cartografiar en tres dimensiones y a gran resolución espacial, cada medio metro, la superficie del Glaciar Norte.

Este glaciar del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido representa uno de los ejemplos «más espectaculares» del glaciarismo pirenaico actual y las fotografías que de él se dispone desde finales del siglo XIX han servido de testimonio «del gran retroceso glaciar que han experimentado los glaciares del Pirineo en las últimas décadas», han precisado las mismas fuentes.

El Glaciar de Monte Perdido fue declarado Monumento Natural por el Consejo de Gobierno de Aragón en el año 2007, momento en que los Monumentos Naturales de los Glaciares Pirenaicos aumentaron un 25 por ciento su superficie protegida, al pasar –con las 799,4 de éste– a 3.190,4 hectáreas.

Este glaciar está situado por encima de la cota de los 2.700 metros y su extensión sólo es superada en el Pirineo por el macizo de Aneto-Maladeta. La cara norte del Monte Perdido es uno de los complejos glaciares pirenaicos de mayor interés debido a sus notables dimensiones y su especial morfología, así como su disposición en graderío.

GLACIARES MAS MERIDIONALES

Los glaciares del Pirineo aragonés son los más meridionales de Europa y únicos que quedan en la Península Ibérica y fueron declarados Monumentos Naturales por las Cortes de Aragón en 1990.

En total, existen veinte glaciares localizados en una franja de 90 kilómetros que se agrupan en siete macizos pirenaicos situados entre los valles del río Gállego, por el oeste, y Noguera Ribagorzana por el este. Son los glaciares de los Macizos del Balaitus, de los Picos del Infierno, de Vignemale, de la Munia, del Posets, de Perdiguero y de Aneto-Maladeta.

Los glaciares pirenaicos son los últimos restos de las masas de hielo que han configurado las formas de la cordillera en el Pirineo aragonés. Su escasa superficie, el hecho de estar separados entre sí y de ser ecosistemas apenas degradados por el hombre «los convierten en paisajes significativos, frágiles, excepcionales y valiosos».

Los glaciares del Pirineo aragonés han experimentado en los últimos años un retroceso «muy importante», que ha llevado a la desaparición de diversos glaciares y heleros y a una «fuerte reducción» de la extensión y volumen de hielo en el resto.

Dada la extrema fragilidad de los glaciares pirenaicos, éstos responden de una forma muy rápida a cualquier cambio en innivación o temperatura que sucede en la región. Por tanto, su estudio resulta sumamente importante para conocer la evolución reciente del clima en sectores de alta montaña, zonas donde apenas existen mediciones climáticas fiables del pasado.

El equipo de trabajo, formado por J. Ignacio López-Moreno, Sergio Vicente-Serrano, Jesús Revuelto y Alfredo Serreta, planea estudiar el nivel y de los glaciares en otros valles pirenaicos, así como analizar el retroceso glaciar en la Cordillera Blanca en Perú, gracias a diversos proyectos concedidos por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Gobierno de Aragón y el CSIC.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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