Subraya José Manuel Nieves en el espléndido blog que publica en ‘ABC’ que no se trata del hallazgo de una sola especie, sino de todo un ecosistema completamente nuevo para la Ciencia. Comunidades enteras de especies hasta ahora desconocidas y que han sido descubiertas bajo los hielos perpetuos de la Antártida, prosperando al calor de fuentes hidrotermales del fondo marino, en un ambiente oscuro y al que no llega la luz del sol.
El descubrimiento, recién publicado en PLoS Biology por un equipo de investigadores de las Universidades de Oxford y Southampton, incluye nuevas especies de cangrejos, estrellas de mar, percebes, anémonas y un pulpo albino.
El espectacular hallazgo ha sido posible gracias al uso, por primera vez, de un vehículo operado por control remoto (ROV) para explorar la cordillera de East Scotia, en lo más profundo del Océano Antártico, una zona en la que los vientos hidrotermales crean un ambiente único, totalmente carente de luz solar pero en el que abundan diversos elementos químicos esenciales.
En la zona existen fuentes hidrotermales (chimeneas negras) que alcanzan temperaturas de hasta 382 grados centígrados.
«Las fuentes hidrotermales -afirma el profesor Alex Rogers, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford y autor principal del estudio- son el hogar de animales que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta y que no obtienen su energía del sol, sino de compuestos químicos como el sulfuro de hidrógeno (o ácido sulfhídrico). El primer estudio de estas fuentes, en el Océano Antártico, ha revelado un mundo perdido oscuro y caliente, en el que prosperan comunidades enteras de organismos marinos hasta ahora desconocidos».