Está catalogada como uno de los mayores desastres medioambientales de la historia
Se ignoran las causas y las autoridades insisten en que no hay peligro, pero un escalofrío corre por la espina dorsal de millones de personas de personas en Europa central.
El techado y parte de un muro de la sala de máquinas de la central ucrania de Chernóbil, famosa por la catástrofe nuclear que allí se produjo cuando en 1986 se incendió uno de sus reactores, se han desplomado.
El lugar del derrumbe, ocurrido el martes 12 de febrero de 2013, está a decenas de metros del sarcófago que protege el reactor dañado y no ha causado ni víctimas ni cambios en los niveles de radiación.
La central nuclear de Chernobil se hizo tristemente célebre el sábado 26 de abril de 1986, cuando un sobrecalentamiento de su núcleo produjo una explosión que, junto con la de Fukushima (Japón) en 2011, es considerada la más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares.
Y además está catalogada como uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un súbito aumento de potencia en el reactor 4 de esta planta atómica produjo el sobrecalentamiento de su núcleo, lo que terminó provocando el estallido del hidrógeno acumulado en su interior.
La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados (materiales radiactivos y tóxicos) que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, y causó directamente la muerte de 31 personas.
Además forzó al gobierno de la por entonces Unión Soviética a la evacuación de 116.000 personas y provocó una alarma internacional al detectarse radiactividad en, al menos, 13 países de Europa central y oriental.