El verano más frío que se registra se remonta al 1816 cuando se produjo la explosión del volcán Tambora
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El ‘verano sin calor’ anunciado a principio de semana podría no ser tal. Tras la pesimista predicción del canal francés Météo, que auguraba un verano de lo más frío, los meteorólogos avisan de la imposibilidad de calcular con fiabilidad cómo será el tiempo a más de tres días vistas, por lo menos con los modelos estacionales utilizados por la agencia.
«Estos sistemas dan muchos patinazos, están todavía en fase de investigación», explica el meteorólogo del Canal Extremadura Televisión y colaborador de AccuWheather, David López-Rey.
Météo ha calculado la persistencia de temperaturas frías durante los meses de junio, julio y agosto, mezcladas con lluvias copiosas y aparatosas tormentas. Además apuntaba a que habrá algunos golpes de calor, pero en cualquier caso, las temperaturas solo remontarán a finales de agosto, y se prolongarán en septiembre y octubre.
De 1 a 3 grados menos
Sin embargo, López-Rey descarta por completo que no vaya a existir un verano tal cual se conoce en la Península.
«Podría haber un junio, julio y agosto con temperaturas 1,2 ó 3 grados más bajas o igual de caluroso pero no en periodos tan extensos».
El hecho de que el tiempo estival varíe no debe alarmar a la sociedad ya que es inherente a la propia variabilidad de la atmósfera, explica López-Rey. Con todo apunta a que es posible que el cambio climático incentive veranos más frescos.
El verano más frío que se registra se remonta al 1816 cuando se produjo la explosión del volcán Tambora, en Indonesia que produjo una enorme nube de humo que impidió la entrada natural de los rayos del Sol.
«Fue algo parecido al momento de la extinción de los dinosaurios y muy diferente a lo que podría pasar hoy en día», asegura el meteorólogo manchego quien matiza que aquel descenso de las temperaturas «tuvo una causa geológica y no meteorológica».