Una malla verde recubre desde ayer la mitad del perímetro del lago de la Casa de Campo. Como si se tratase de un telón y los operarios del Ayuntamiento fuesen tramoyistas, el lienzo tapará el proceso de vaciado del estanque y las posteriores obras de reparación del muro y del vaso, que tiene partes derrumbadas. La reforma servirá también para remodelar el embarcadero y el entorno de la instalación, que tiene un perímetro de 80.150 metros cuadrados y 160.000 metros cúbicos. El objetivo es crear nuevos espacios y senderos. La tela se levantará y descubrirá el nuevo paisaje diseñado alrededor del lago, si todo marcha según lo previsto, en agosto de 2018.
Las grietas y los desprendimientos en el vallado de la laguna artificial han llegado a erosionar el terreno circundante y han dejado al descubierto las raíces de los árboles próximos al lago. También se han detectado roturas y un alto grado de oxidación en las diferentes barandillas que rodean la instalación. Ante estos graves desperfectos, el Área de Medio Ambiente y Movilidad, que dirige la concejal de Ahora Madrid Inés Sabanés, emprenderá unos trabajos de rehabilitación que ascienden a 2.653.315,83 euros, impuestos incluidos, según recoge Marta R. Domingo en ABC.
El primer paso, tras el vallado del perímetro (1.370 metros) y el montaje de las casetas de obra, será el filtrado progresivo del estanque. «El vaciado es un proceso largo: no es como una bañera en la que quitas el tapón. Es lento, va poco a poco», advierte a ABC la directora general de Gestión del Agua y Zonas Verdes, Beatriz García.