Si no lo ves no lo crees…Los jóvenes subieron a la cima de una montaña, llamada Bluff Knoll, que es conocida porque en su cima los vientos producen remolinos ascendentes, lo que crea ‘efectos endiablados’, parecidos a los de las ‘cascadas nube’ del valle de Shennongjia, en China, según recoge el autor original de este artículo 20minutos y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.
¡¡¡No puede ser!!!
En la cumbre del Bluff Knoll, al arrojar un objeto poco pesado al vacío, este no cae, sino que es elevado por la fuerza del viento, casi como si se tratara de un globo, según publica RT. O_O ¿Lo qué?
Incluso, cuando las rachas son muy fuertes, las piedras regresan como si fueran un verdadero bumerán. Para eso estamos en Australia, hay que hacer honor a uno de los elementos más famosos de la tierra de los canguros y los koalas. ¡¡¡Cuidado que vuelvooooooo!!!
PD. Unos cuantos regalitos que se mueven entre los ladrillos, las piedras y todo lo que va vuelve.