El Acuerdo de París contempla contener el aumento de la temperatura global entre 1,5 y 2 grados centígrados respecto a la era preindustrial. Para ello, los Gobiernos deben presentar planes listos para implementarse en 2020, cuando la cita (COP26) tendrá lugar en Glasgow. Las nuevas propuestas deberán ser más ambiciosas que las anteriores en materia de reducción de emisiones.
La ministra del Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, ha asumido este lunes la presidencia de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019, conocida como COP25, exigiendo a la comunidad internacional que amplíe sus compromisos porque los adquiridos en 2015 en el Acuerdo de París son insuficientes para luchar eficazmente contra la emergencia climática. «La crisis climática es el desafío más importante que enfrentamos hoy como humanidad», apuntó.
«Los compromisos adquiridos por los países en el año 2015 no son suficientes, han de adoptarse compromisos más ambiciosos», dijo Schmidt en un discurso ofrecido tras recoger el testigo de la presidencia de manos de su homólogo polaco, Michal Kurtyka, en la ceremonia de inauguración de la Cumbre, que se celebra en Madrid del 2 al 13 de diciembre.
En su intervención, Carolina Schmidt recordó que los Gobiernos tienen «un compromiso que es necesario y urgente» con la ciudadanía e hizo hincapié en que el objetivo solo se puede alcanzar «trabajando juntos», multilateralmente, según recoge rt y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.
Además, se refirió a la manera dispar en la que la crisis medioambiental afecta en diferentes latitudes: «Es injusto, afecta especialmente a las personas, comunidades y países más vulnerables». De ese modo, vinculó «la crisis social y la ambiental» como «caras de la misma moneda». «Las personas deben estar en el centro de nuestras decisiones porque son las que sufren los efectos de las sequías, la contaminación, los incendios y múltiples impactos que el cambio climático causa. No se puede dejar a nadie atrás», señaló.
Por ello, la ministra chilena invitó a «todos los actores estatales y no estatales» presentes en la Cumbre a «comprometerse a asumir la neutralidad climática para el 2050» y a «actualizar de forma ambiciosa los Compromisos Nacionales de Reducciones (NDC)», que deberán ser revisados en 2020.
El compromiso chileno
La cita, que ha comenzado este lunes en Madrid, se celebra bajo la presidencia chilena, debido a que Chile renunció a acoger la Cumbre por la inestabilidad política que vive el país. A pesar de no poder organizar la Conferencia, Schmidt ha afirmado: «No renunciamos a la necesidad de los chilenos y de los ciudadanos del mundo entero de impulsar con urgencia la acción climática».
Echando mano del lema de la Cumbre, ‘Es tiempo de actuar’, la ministra chilena ha explicado alguno de los puntos más importantes del plan que su país ya ha presentado: «Chile se compromete a la neutralidad –de las emisiones netas– en 2050, el cierre de todas las centrales de carbón a más tardar en el año 2040, a un 100 % de transporte público electromóvil en 2040», dijo, y añadió que acelerarán la «descarbonización» de las actividades productivas «por Ley».