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En las tres últimas décadas, el planeta ha perdido un total de 178 millones de hectáreas de bosque, es decir, una extensión equivalente a tres veces la superficie total de la península ibérica (España y Portugal), según una evaluación la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Y un dato aún más alarmante: la superficie forestal mundial disminuye a un ritmo de 4,7 millones de hectáreas cada año.
Las técnicas para la reforestación del entorno tienen que ser diferentes dependiendo del terreno. La Compañía Iberdrola ha empleado técnicas pioneras en España para reforestar el entorno de la central hidroeléctrica de La Muela, en Cortes de Pallás (Valencia) una zona que se vio afectada por un incendio forestal en 2012. En total, se va a repoblar un área de 600 hectáreas con unos 400.000 árboles en los próximos tres años.
Durante el proceso de reforestación se están empleando diferentes técnicas en función del terreno. En las zonas de difícil acceso se utilizan drones para esparcir semillas inteligentes -húmedas y secas-, que están recubiertas de materiales que favorecen su germinación y evitan que los animales se las coman. Iberdrola cuenta en este caso con la colaboración de la empresa CO2 Revolution.
En las zonas de fácil acceso donde no hay vegetación, se siembran manualmente los plantones de árboles y arbustos autóctonos. En aquellas áreas donde la vegetación ha crecido de forma descontrolada -como consecuencia del incendio- se realizan labores de silvicultura, que implican efectuar “clareos” para eliminar el exceso de vegetación, de modo que sean los árboles más fuertes los que crezcan.
Esta primera gran experiencia de reforestación se caracteriza por el alto grado de innovación. En colaboración con CO2 Revolution, y a lo largo de los tres años que dura el proyecto, se analizará el resultado obtenido para ver si puede emplearse este sistema en otros entornos de bosque mediterráneo también dañados por el fuego.
Iberdrola se ha comprometido a promover la plantación de 20 millones de árboles durante esta década —con un primer objetivo de alcanzar los 2,5 millones para 2022 y los 8 millones para 2025—, que capturarán aproximadamente 6 millones de toneladas de CO2 en 30 años.
