Durante casi dos décadas, un misterio ha intrigado a la comunidad científica que estudia los glaciares antárticos: toneladas de hielo desaparecían sin explicación aparente de una importante masa glaciar. Tras 18 años de investigación, los científicos finalmente han encontrado al responsable de este peculiar fenómeno, conocido ahora como «piratería del hielo», un proceso natural tan fascinante como preocupante en el contexto del cambio climático global.
El misterio del hielo desaparecido
El fenómeno fue detectado por primera vez hace 18 años, cuando los investigadores comenzaron a notar anomalías en la masa de hielo de un importante glaciar antártico. Las mediciones satelitales mostraban una pérdida de hielo que no podía explicarse únicamente por el derretimiento o el desprendimiento de icebergs. Era como si alguien estuviera «robando» sistemáticamente grandes cantidades de hielo.
Los científicos, utilizando tecnología satelital avanzada, han logrado finalmente resolver el enigma: el culpable es otro glaciar vecino que literalmente está «robando» hielo a su compañero. Este fenómeno, técnicamente denominado «piratería del hielo», ocurre cuando un glaciar absorbe masa de hielo de otro adyacente debido a diferencias en sus tasas de adelgazamiento.
Según explica el investigador Selley, la causa probable de esta «piratería» es la diferencia en las tasas de adelgazamiento de las plataformas flotantes. La mayor pérdida de masa en uno de los glaciares crea condiciones que favorecen el desplazamiento del hielo desde el glaciar vecino.
Un fenómeno en el contexto del cambio climático
Este descubrimiento llega en un momento crítico para la Antártida. Los científicos han documentado cambios significativos en la capa de hielo del continente blanco, con importantes implicaciones para el clima global y el nivel del mar.
Bajo la aparentemente plana capa de hielo antártica se esconde un paisaje sorprendente de montañas escarpadas y valles atravesados por ríos serpenteantes. Estos ríos subglaciales podrían desempeñar un papel decisivo en la respuesta de la capa de hielo al calentamiento global sin precedentes que estamos experimentando.
Los expertos predicen que a medida que la capa de hielo de la Antártida se derrita y adelgace en las próximas décadas, estos ríos ocultos crecerán, se desbordarán y cambiarán de curso. Esto podría desestabilizar los grandes glaciares costeros que controlan el ritmo de subida del nivel del mar.
«Los cambios son bastante drásticos», afirma Christine Dow, hidróloga glacial de la Universidad de Waterloo (Canadá). «Estamos subestimando la velocidad con la que van a cambiar las cosas y la cantidad de hielo que se perderá en los próximos 80 años».
La evolución del hielo antártico: entre alarmas y recuperaciones
La evolución del hielo antártico ha mostrado comportamientos sorprendentes en los últimos años, desafiando algunas predicciones científicas. Durante julio de 2023, el hielo marino antártico alcanzó su mínima extensión histórica, reduciéndose en 2,5 millones de km² por debajo de la media de 30 años.
Sin embargo, en un giro inesperado, ocho meses después, el hielo antártico recuperó casi toda su extensión. De los 2,6 millones de km² que faltaban en julio de 2023, en enero de 2025 solo faltaban 320.000, y la extensión total superaba en 160.000 km² la registrada en enero de 1980.
Este comportamiento ha generado debate en la comunidad científica. Algunos investigadores sugieren que la atmósfera influye más que el océano en la disminución del hielo si no se reducen las emisiones de CO₂, mientras que otros plantean que el hielo antártico ha entrado en un estado más precario.
Implicaciones para el futuro del planeta
La «piratería del hielo» recién descubierta es solo uno de los muchos fenómenos complejos que afectan a la Antártida. Las consecuencias de estos cambios podrían ser dramáticas a nivel global.
Según estudios recientes, la pérdida de la capa de hielo de la Antártida probablemente provocará una subida del nivel del mar de unos 0,3 metros para 2100, y la subida total del nivel del mar podría ser de medio metro a un metro para ese momento.
Un equipo internacional de científicos que reconstruyó los cambios en el nivel del mar durante el último periodo interglacial, cuando las temperaturas eran similares a las actuales, concluye que la Antártida y Groenlandia perdieron masa helada mucho más rápido de lo que se pensaba. Esto podría traducirse en un aumento del nivel del mar de hasta 3 metros en zonas como Nueva York antes de 2100.
Curiosidades científicas sobre el hielo antártico
El continente blanco no deja de sorprendernos con sus peculiaridades. Aquí algunas curiosidades fascinantes:
- Ríos subglaciales en movimiento: Bajo el glaciar Totten se ha descubierto un gran río subglacial que fluye desde debajo del hielo. Cuando este glaciar se desprende de la costa antártica y flota en el océano, se fragmenta en icebergs, cada uno de los cuales tiene aproximadamente 20 veces el tamaño de un portaaviones.
- Un mundo oculto: La capa de hielo de la Antártida se eleva 4000 metros sobre el nivel del mar cerca de su centro, pero bajo ese hielo kilométrico se esconde un paisaje sorprendente de montañas y valles que podrían influir decisivamente en el futuro del planeta.
- Fenómeno de ajuste isostático: Cuando el suelo comprimido por el hielo comienza a elevarse tras el deshielo, se produce una redistribución del agua a nivel global. Este proceso provoca ascensos desiguales del nivel del mar en distintas partes del mundo.
- Erupción volcánica y anomalías climáticas: La erupción del volcán Hunga Tonga en 2022 generó anomalías climáticas naturales que influyeron en los récords de temperatura de 2023 y 2024, afectando también a la extensión del hielo antártico.
- La persistencia inesperada del hielo: Un estudio publicado en Geophysical Research Letters afirmaba que una anomalía como la reducción de hielo de 2023 solo ocurre cada 2.650 años y que la recuperación tomaría décadas. Sin embargo, la naturaleza desmintió estas predicciones en tiempo récord.
El futuro de la investigación antártica
El descubrimiento de la «piratería del hielo» abre nuevas líneas de investigación sobre los complejos procesos que afectan a los glaciares antárticos. Los científicos continúan monitorizando estos fenómenos con tecnología satelital cada vez más avanzada, buscando comprender mejor cómo interactúan los diferentes componentes del sistema climático antártico.
La comprensión de estos procesos es fundamental para mejorar los modelos climáticos y hacer predicciones más precisas sobre el futuro del nivel del mar y el clima global. El caso del glaciar «pirata» nos recuerda que la naturaleza sigue sorprendiéndonos y que nuestro conocimiento sobre los complejos sistemas naturales del planeta aún tiene importantes lagunas por completar.
Mientras tanto, la Antártida continúa siendo un laboratorio natural único para estudiar el cambio climático y sus efectos, un continente donde incluso los glaciares pueden convertirse en «piratas» del hielo, recordándonos la asombrosa complejidad de nuestro planeta y la urgente necesidad de protegerlo.
