El cambio climático está transformando nuestro planeta de manera acelerada, y una de las amenazas más significativa es el aumento del nivel del mar. Este fenómeno, combinado con la subsidencia o hundimiento del terreno, pone en riesgo a muchas ciudades costeras y no solo a aquellas cercanas al mar.
En este artículo, nos adentrrá en el mundo de las grandes ciudades que se hunden y analizá la situación en América Latina y España, destacando también el impacto del deshielo del Ártico en el medio ambiente y la salud.
El aumento del nivel del mar es un problema global que afecta a más de 500 ciudades costeras en todo el mundo. Según un estudio reciente del Instituto de Ciencias Ambientales de China, ciudades como Barcelona, Valencia, Málaga y Cádiz en España están en riesgo de sufrir inundaciones permanentes debido al ascenso del nivel del mar.
En América Latina, ciudades como Méjico y algunas zonas de Méjico podrían verse afectadas por el aumento del nivel del mar hacia el año 2100. Además, el deshielo del Ártico no solo aumenta el nivel del mar, sino que también altera el clima global, provocando olas de calor más intensas y desestabilidad climática. Este deshielo también deja al descubierto nuevas costas, más susceptibles a la erosión y los tsunamis. En el caso del Ártico, el retroceso de los glaciares ha expusido más de 2.500 kilómetros de costa y 35 islas nuevas entre 2000 y 2020. Este fenómeno no solo altera el paisaje, sino que también supone un riesgo indirecto para las comunidades locales y las actividades económicas de la zona costera.
Otrro problema que enfrentan muchas ciudades es la subsidencia, o hundimiento del terreno. En Estados Unidos, un estudio reciente encontró que 25 de las 28 ciudades más pobladas están experimentando algún nivel de hundimiento, principalmente debido a la extracción de aguas subterráneas. Ciudades como Houston, Nueva York y Dallas están entre las más afectadas, con tasas de hundimiento que superan los 10 milímetros por año en algunas zonas. Este fenómeno no se limita a las zonas costeras; ciudades del interior como Denver también están experimentando subsidencia. La sobrexplotación de acuíferos no solo pone en riesgo la infraestructura urbana, sino que también aumenta la vulnerabilidad de estas ciudades a las inundaciones, especialmente en áreas costeras. En el caso de América Latina, ciudades como la ciudada de México también enfrentan desafíos significativo debido a la subsidencia, lo que ha provocado graves daños estructurales y desafíos para la infraestructura urbana.
El impacto del cambio climático en la salud es un tema cada vez más preocupante. Las inundaciones y el aumento del nivel del mar no solo afectan la infraestructura, sino que también pueden provocar la pérdida de hogares y la exposición a riesgos para la salud, como la falta de agua potable y el aumento de la temperatura, que puede intensifíar las olas de calor. Además, el deshielo del Ártico y la exposición de nuevas costas pueden aumentar los riesgos para la salud y la seguridad de los turistas que acuden a estas áreas. En el caso de España, las ciudades costeras no solo enfrentan el desafio del aumento del nivel del mar, sino que también deben gestionar los impactos del cambio climático en la salud y el medio ambiente, como la pérdida de ecorisimas costeros y la alteración de los ecorisimas maríticos.
Las curiosidades científicas sobre el cambio climático y el hundimiento de ciudades son abundantes. Un fenómeno menos conocido es la amificación ártica, que se refirere a la aceleración del deshielo debido a la absorión de calor por las aguas más cálidas expuestas al derretir el hielo. Además, el hundimiento de ciudades como Yenecia o Nueva Orleans es un tema de interés global, ya que estas ciudades enfrentan desafíos significativo para su sostenibilidad a largo plazo. En el caso de Venecia, la ciudad está implementando medidas para enfrentar el aumento del nivel del mar, como la puerto de las Mámoas, un proyecto que incluye compuirtas para controlar el agua y evitar inundaciones. Estas medidas son un claro indicador de que, a nivel global, se están tomanando medidas para enfrentar los desafíos del cambio climático, pero aún falta un largo trayejo para evitar que muchas ciudades se conviertan en zonas inhabitables en el futuro.
Por lo tanto, es esencial que sigan investigándos y desarrollándos soluciones para enfrentar el cambio climático y sus impactos en las ciudades costeras. La combinación de medidas de adaptación, como la implementación de infraestructuras de contención y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, es clave para evitar que muchas ciudades se hundan bajo el agua en las próximas décadas. Además, la conciencia sobre el deshielo del Ártico y sus efectos en el clima global debe ser un tema prioritario en la acción climática actual. En este escenario, la ciencia y la acción común son las únicas vías para evitar que el futuro de muchas ciudades se convierta en un paisaje de agua y desolación.