Hoy, todas las centrales españolas son de “ciclo abierto” porque se pospone el problema de los residuos
Una central térmica de combustión emite 11 toneladas de CO2 a la atmósfera por minuto. Además, desprende dióxido de azufre (causante de lluvia ácida), óxido de nitrógeno y cenizas. Uranio, radio y toro son liberados con esas cenizas. Una central nuclear en España genera, al año, 24 toneladas de residuos (Uranio 238 principalmente) pero de las que 23 podrían volver a servir como combustible junto a unos 250 kilos de plutonio.
Por tanto, con técnicas de reprocesamiento actuales cada central generaría menos de una toneladas de residuos destinados almacenar en depósitos geológicos seguros. El resto, a través de técnicas como el PUREX (Plutonium Uraniun Extration), está listo para aportar una energía extra del 25%.
OBSTÁCULO POLÍTICO Y ECONÓMICO
Con el reprocesado de los residuos se obtienen centrales de «ciclo cerrado»: sus propios desechos son empleados para obtener nueva energía. Hoy, todas las centrales españolas son de «ciclo abierto» porque se pospone el problema de los residuos almacenándolos en piscinas y usando el combustible una sola vez.
Científicos proclives al ciclo cerrado de la industria nuclear llaman la atención de los Gobiernos para que salven el escollo económico a favor de un uso más racional de la nuclear.
Es un problema económico porque el uranio es tan barato (menos de 100 dólares el kilo) que resulta tres veces menos costoso «comprarlo» nuevo que reciclarlo. Sin embargo, a medio plazo es mucho más rentable a pesar de los 700 millones de euros necesarios para construir un área preparada para tal fin.
Para reprocesarlo hace falta una instalación como la proyectada en España. Un Almacén Temporal Centralizado (ATC) para cuya construcción se emplearían a 300 personas durante una década y cuya rentabilidad para la zona asciende a 6 millones de euros al año.
RESIDUOS PERMANENTES
Los 720 kilos de residuos no reutilizables generados por central y año son aislados en vidrio y titanio y enviados a un depósito permanente.
La radioactividad de estos cementerios ha sido testada en índices menores a la radioactividad natural presente en algunas formaciones rocosas.
Hoy en España, para almacenar los residuos sólo existen piscinas en cada una de las siete centrales nucleares. Estos depósitos estarán llenos entre 2013 y 2022 (según la central). Las piscinas son sólo una fase previa donde los residuos permanecen entre 10 y 30 años.
Al cabo de un deben de ser trasladados a un ATC. A pesar de que estos centros son conocidos popularmente como cementerios nucleares, son los lugares idóneos para llevar a cabo el reciclaje de ese material. Como sucederá con el que está proyectado en España, el ATC viene acompañado de un Centro Tecnológico en el que, entre otros usos, se estudiará el modo de implantar el reprocesamiento de los residuos.