¿Qué haces cuando terminas de fumarte un cigarro? Si la respuesta es catapultar la colilla con el dedo y seguir con tu vida, esto te interesa.
En los últimos meses, una propuesta de la Unión Europea para reducir los plásticos de un solo uso ha puesto el foco sobre las pajitas. Grandes cadenas de restauración como Starbucks y McDonald’s anunciaron sus intenciones de volver a las pajitas de papel y varios grupos ambientalistas lograron su objetivo de concienciar a la sociedad sobre una práctica que contamina los océanos y hiere a la fauna marina. Pero el problema va mucho más allá.
Según NBC News, el mayor contaminante de los océanos no son las pajitas de plástico sino las colillas de los cigarrillos. Cada año se fabrican 5600 millones de cigarrillos con filtros de acetato de celulosa, un tipo de plástico que puede tardar una década en descomponerse.
Hasta dos tercios de estos residuos se eliminan de manera irresponsable y, puesto que su gestión está muy mal regulada, una cantidad incalculable acaba llegando al mar.
Afortunadamente, hay personas que dedican su tiempo a tratar de cambiar las cosas. En Estados Unidos, una asociación llamada Cigarette Butt Pollution Project presiona al gobierno para que se prohíban esos filtros. Su fundador, Thomas Novotny, cree que no tienen ningún beneficio para la salud de los fumadores y que solo aportan comodidad.
En cambio, sus fibras sintéticas y los químicos con los que son fabricados resultan tóxicos para los peces y también para los humanos cuando se filtran en el suelo, en los ríos y en el mar, según recoge Matías S. Zavia en gizmodo
Por ahora, los intentos de Novotny para cambiar la legislación han sido infructuosos. Hasta las compañías tabacaleras han hecho más que el gobierno con la investigación de filtros biodegradables y la distribución de ceniceros portátiles, pero aun así los fumadores prefieren tirar su colilla al estilo tradicional.
Según Ocean Conservancy, las colillas de los cigarrillos son el artículo más recolectado de las playas del mundo: solo en 2017 se recogieron 2 millones y medio de colillas, frente a 640.000 pajitas.
VÍDEO DESTACADO: La ciencia explica por qué las aves comen plástico
