La V Campaña de avistamiento de grandes cetáceos en el Estrecho de Gibraltar, integrada dentro de los ‘Planes de conservación de especies de cetáceos migradores en el Mediterráneo peninsular’, ha finalizado tras dos meses con un balance «más que interesante» ya que este año han sido 28 los rorcuales avistados, 25 de ellos desde la montaña y tres más que hay que sumar que fueron vistos por la embarcación Elsa.
Así, esta temporada se han podido ver y seguir otras especies y el número de rorcuales a los que se les ha podido hacer un seguimiento ha sido superior a las últimas campañas, destacándose el mes de junio sobre julio en número de avistamientos así como en días en los que las condiciones meteorológicas han posibilitado el trabajo de campo, según informa en una nota la organización Conservación, Información y Estudio de los Cetáceos (Circe).
Este proyecto, que viene desarrollando Circe desde el año 2009, cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, y tiene el objetivo de estudiar los movimientos migratorios del rorcual común a través del Estrecho y las zonas de alimentación del cachalote para establecer medidas que eviten las colisiones con las grandes embarcaciones, uno de los principales peligros para estas especies en el Estrecho de Gibraltar.
Durante esta campaña, Circe ha contado con 30 voluntarios llegados de diez países diferentes, entre los que destacan Italia, Reino Unido, Suecia, China, Canadá y Brasil. Además de los 25 rorcuales, durante esta campaña se han podido ver cinco cachalotes, once si incluimos los vistos por la embarcación Elsa.
También desde el Cerro del Tambor ha habido avistamientos de delfines listados, delfines mulares, calderones y orcas. Para la investigadora de Circe, y coordinadora de esta campaña, Pauline Gauffier, esta campaña ha sido una vez más «muy interesante ya que se confirman los buenos resultados de los últimos años tanto a nivel de la calidad de las observaciones como del interés de los participantes para la conservación de los cetáceos del sur peninsular, y confirma la necesidad de seguir adelante con este proyecto».
Durante esta época del año, el rorcual común, la segunda ballena más grande del mundo, cruza el Estrecho de este a oeste, dirigiéndose al Océano Atlántico. Es por ello que es el momento «perfecto» para poder monitorizar las rutas de estos animales a fin de compararlas con las rutas habituales de ferries, cargueros y fast ferries y poder establecer así los riesgos reales de colisión para mitigarlos.
Durante los 25 días reales en los que el tiempo ha posibilitado el trabajo de campo, se han contabilizado 1043 cargueros y 945 trayectos de ferries y fast ferries que han cruzado el Estrecho entre las 9,00 horas y las 20,00 horas.
51 RORCUALES
Durante esta campaña, además, se ha tenido la colaboración de entidades locales como la Fundación Migres que ha estado realizando el seguimiento de la migración post nupcial de pardela balear en la Isla de Tarifa, y ha contabilizado 25 rorcuales, 14 de ellos en fechas ajenas a la estación de tierra de Circe, y la empresa de avistamiento de cetáceos Turmares, quienes durante el mes de mayo, en el mismo periodo, vieron 16 individuos en siete avistamientos, once de ellos en días no coincidentes con la Estación terrestre de Circe o de Migres. Estos datos sumados a los obtenidos desde la estación terrestre de Circe y desde el Elsa, suman 51 rorcuales, cifra importante que confirma esta época como sensible de migración de rorcual común por el Estrecho.
Por otro lado, ha destacado que estas campañas han permitido por primera vez desplegar marcas satélites en ejemplares de cachalote y rorcual común en colaboración con la Estación Biológica de Doñana, organismo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Estas marcas darán información sobre los movimientos de estos animales en los próximos meses y serán de «gran ayuda» para localizar las áreas críticas de máxima importancia para estos animales, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico, y por tanto para poder conservarlos.
