Los ataques de felinos a seres humanos proliferan en el subcontinente indio debido a que la urbanización y la industrialización priva de manera creciente a esos depredadores de los bosques que son su habitat natural
La cabeza de un niño de cuatro años al que este viernes se dio por desaparecido fue encontrada hoy 3 de noviembre de 2012, en el oeste de Nepal.
El crío fue atrapado y devorado por un misterioso e implacable leopardo, que se ha aficionado a la carne humana y encuntra más sencillo atacar a débiles personas que cazar en la selva.
El niño es la decimosexta presa humana del felino.
Según precisó por teléfono a Efe el jefe policial del distrito de Baitadi, Kamal Prasad Kharel, la cabeza fue localizada aproximadamente a un kilómetro de distancia de la casa de donde el viernes desapareció el niño, situada junto a una área boscosa.
El oficial de Policía afirmó que es el decimoquinto suceso de ese tipo que se registra en el distrito en igual número de meses, y dijo que «sospechamos que todas las víctimas han sido devoradas por un mismo leopardo, porque esos animales siempre cazan en solitario».
Kharel explicó que las desventuradas presas han sido once niños y cinco mujeres, la mayor de ellas de 29 años.
La administración del distrito, donde se ha extendido el temor entre la población, ha desplegado expertos para tratar de localizar al leopardo y ha ofrecido una recompensa de 25.000 rupias (unos 300 dólares) por la captura del animal.
Según los especialistas, los ataques de felinos a seres humanos proliferan en el subcontinente indio debido a que la urbanización y la industrialización priva de manera creciente a esos depredadores de los bosques que son su habitat natural.