Les llegó la merienda por el aire. Y fuera de horario, porque el despistado venado, que vívía hasta entonces en apacible libertad en el parque natural adyacente, debió pensar que al otro lado de la valla tenía ‘amigos‘.
Dos hermanos guepardos del zoo de Washington D.C. (EEUU), Justin y Carmelita, de apenas año y medio de edad, han acabado con la vida de un venado de cola blanca que tuvo la mala pata de saltar su recinto.
Los dos felinos se pusieron ‘morados’ de carne fresca y el venado, hasta entonces correteba libre por su hábitat natural, el adyacente Parque Rock Creek, ni se atrevió a correr.
«Se trata de un hecho inesperado, pero de una reacción totalmente esperada», ha declarado el portavoz del Smithsonian National Zoo.
Los responsables del centro ya han examinado las carcasas del ungulado encontradas junto a los felinos para asegurarse de que el venado no presentaba enfermedad contagiosa alguna.
En 2009 ocurrió un episodio similar. En aquella ocasión, un ciervo también tuvo la desventurada ocurrencia de saltar la valla y meterse en el ‘hogar’ de los leones.