Excálibur, donde quiera que estés sabes que los amitos siempre te llevarán en su corazón
Definitivamente, la auxiliar de enfermería Teresa Romero, contagiada de ébola, y su marido, Javier Limón, emprenderán acciones legales contra el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, por las declaraciones vertidas durante la semana pasada en las que acusaba a la paciente de haber ocultado información.
Así lo confirmó una amiga de la pareja, Teresa Mesa, a los medios de comunicación a las puertas del Hospital Universitario La Paz-Carlos III de Madrid, donde explicó que la «intención» de Limón es que «una vez» su mujer se recupere, abordar con servicios jurídicos la posibilidad de emprender «acciones legales» contra el consejero.
En este punto, indicó que pueden ir «más arriba» y emprender acciones legales también contra la ministra de Sanidad, Ana Mato, aunque en este sentido, recalcó que no hay cerrado al respecto. «Si el consejero está ahí es porque alguien lo ha puesto», añadió a su vez.
Asimismo, señaló que no aceptan las «disculpas» del consejero, porque entienden que debería haberlo hecho «mucho antes. Ahora no tiene sentido, si se quiere lavar la cara, que lo haga de otra forma. Lo único que va a admitirle es su dimisión», remarcó la portavoz familiar citando palabras del marido de Teresa Romero.
Simultáneamente y dada la masiva respuesta que obtuvo con su llamamiento para salvar la vida de su perro, Limón ha decidido aprovechar el momento y tratar de sacarle algún rendimiento a la muerte del can.
Esta es la carta que ha enviado al perro, sacrificado al inicio de la crisis, ante la posibilidad de que pudiera actuar como transmisor del ébola:
Excálibur, donde quiera que estés sabes que los amitos siempre te llevarán en su corazón.
Acabaron contigo gente mala y sin sentimientos. Hicimos todo lo que pudimos y más para salvarte, pero al final no pudo ser.
Mientras te escribo esta carta no paro de llorar, pero estoy muy orgulloso de ti porque has sido un ejemplo para el mundo entero, y no seras olvidado tan fácilmente.
Ahora, desde donde estés, tienes que darle fuerzas a la amita para que se ponga buena, igual que me las has dado a mí para no venirme abajo y seguir luchando.
Aunque ya no estés con nosotros, te prometo que se hará justicia.
DESCANSE EN PAZ
Javier Limón