El mundo de los animales es un océano de sorpresas que nunca dejará a asombrar a los humanos.
Aprovechando que acaba de comenzar 2015 y que termina la fase periodística de las recopilaciones, listas y rankings, os presentamos la lista de los diez ‘descubrimientos’ más sorprendentes y graciosos que se han hecho en 2014 sobre la fauna de nuestro planeta:
1.-Tu perro te escucha con atención
Si alguna vez has tenido la sensación de que tu perro te escuchaba como si fuera una persona, no temas haber sufrido uno de esos excesos sentimentales típicos de los dueños de mascotas. Es que es cierto, su perro te escucha, y con una atención muy parecida a la humana. De la misma manera que cuando escuchamos a otra persona que se dirige a nosotros no solo estamos pendientes de sus palabras, sino también de otros componentes del discurso, como el tono emocional, por ejemplo, los perros también diferencian y procesan la voz humana. Esta es la conclusión a la que llegaron unos investigadores de la británica Universidad de Sussex, publicada el pasado noviembre en la revista Current Biology.
2.-Cómo los pulpos no se enredan con sus propios brazos
Ocho brazos no debe de ser algo fácil de manejar, especialmente cuando a veces no sabemos ni dónde tenemos nuestra propia mano derecha. Pero el pulpo se las arregla muy bien con ocho tentáculos cubiertos de ventosas que se adhieren a casi cualquier cosa, con la importantísima excepción de su propio cuerpo. En caso contrario, el animal se encontraría enredado en su abrazo. Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén han descubierto cómo estos octópodos se las arreglan para no liarse, incluso cuando el cerebro del animal no es consciente de lo que sus brazos están haciendo. Una sustancia química producida por la piel del cefalópodo impide temporalmente succionar a sus ventosas, afirmaban en mayo en la revista Current Biology.
3.-La especie en la que la hembra tiene el pene
Investigadores descubrieron en cuevas de Brasil el primer animal con genitales de sexo invertido. Se trata de unos pequeños insectos del género Neotrogla cuyas cópulas duran nada menos que de 40 a 70 horas, pero en las que lo habitual sucede al revés. Son las hembras las que insertan un elaborado órgano como un pene en la apertura muy reducida, como una vagina, de los machos. Esta inversión de roles sexuales pueden haber sido incitada a través del tiempo por el ambiente de escasos recursos de la cueva en la que viven los insectos.
4.-El «control remoto» de las anguilas eléctricas
Las anguilas eléctricas cazan con una especie de «control remoto». Cuando ven una presa apetecible, sueltan una descarga eléctrica que puede llegar a 600 voltios y que se transmite a través del agua hasta inmovilizar a sus presas. Una investigación publicada este mes en la revista Science explica cómo las anguilas controlan las neuronas motoras de las pobres víctimas, y por tanto sus músculos, para paralizarlas.
5.-La araña con cinturón de castidad
El macho de la araña enana europea protege a su amada como si de una doncella medieval se tratara. Tras el apareamiento, para evitar a los posibles «donjuanes» advenedizos, el macho utiliza una especie de tapón que bloquea el tracto genital de la hembra. Cuanto más grande sea y más tiempo lleve colocado, su eficacia aumenta, de forma que los otros machos tendrán menos posibilidades de depositar su esperma en la hembra. Lo explicaron en junio investigadores del Instituto y Museo Zoológico en Greifswald, Alemania.
6.-El ave que se envenena para conseguir pareja
La de cosas que pueden hacerse por amor, hasta ingerir veneno. Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) explicaban el pasado octubre que los machos de avutarda consumen dos especies de coleópteros (Berberomeloe majalis y Physomeloe corallifer) con un alto contenido en cantaridina, un compuesto muy tóxico que incluso en pequeñas dosis puede ser mortal para la mayoría de los animales, incluido el hombre. Sin embargo, a estas aves les aporta un doble beneficio: por un lado, les sirve para eliminar sus parásitos internos y, por otro, les ayuda a aparecer más sanos y fuertes ante las hembras, lo que les permite lograr un mayor éxito reproductivo. Es decir, estos machos se automedican para resultar más atractivos.
7.-Una rana levanta su propio peso con la lengua
Una especie de rana sudamericana con cuernos (del género Ceratophrys) es capaz de levantar con la lengua presas con un peso incluso superior al suyo propio. El truco consiste en la extraordinaria adherencia de la lengua, que le permite atrapar serpientes, lagartijas, cangrejos y roedores. Lo contaban en junio científicos del Instituto de Zoología Sistemática en la Universidad Christian-Albrechts en Kiel, en el norte de Alemania.
8.-Las moscas vuelan como aviones de combate
¿Te has preguntado alguna vez por qué te resulta tan difícil atrapar una mosca? Claro, es que terminar de un plumazo con un avión de combate no es fácil. Porque, según explicaban en abril investigadores de la Universidad de Washington, en eso se convierten las pequeñas moscas de la fruta (Drosophila hydei) cuando escapan de un depredador. Su técnica de vuelo es digna del mejor piloto militar: realizan giros imposibles para escapar del ataque en menos de una centésima de segundo.
9.-La cacatúa que fabrica sus propias herramientas
No solo los seres humanos son capaces de fabricar herramientas. Fígaro, una cacatúa de Goffin, es la estrella del laboratorio de Austria en el que vive. El ave, un macho adulto, es capaz de esculpir herramientas a partir de un palo de madera de su pajarera para arrastrar hacia sí las nueces que tiene fuera de su alcance. Pero su especie no sabe hacer nada semejante en la naturaleza. Además, Fígaro es capaz de enseñar sus habilidades otras aves compañeras como si estuvieran en una escuela. El descubrimiento, realizado por científicos de la Universidad de Oxford, la de Viena y el Instituto Max Planck en Seewiesen, se considera la primera evidencia de la enseñanza del uso de una herramienta en cualquier especie de ave.
10.-Los monos saben sumar
Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (EE.UU.) aseguran que los macacos rhesus son capaces de hacer sumas sencillas después de cierto entrenamiento. Estos animales pueden asociar valores numéricos con símbolos y realizar operaciones aritméticas básicas que les lleven a obtener un premio más sustancioso. El hallazgo, publicado en abril en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), ayuda a entender cómo el cerebro de los mamíferos procesa los números.