La medida llega tras la polémica generada con la muerte del león Cecil en Zimbabue a manos de un cazador furtivo

Las grandes líneas aéreas de EEUU prohíben transportar trofeos de caza

El ser humano está propiciando la sexta extinción masiva sobre la Tierra

Las grandes líneas aéreas de EEUU prohíben transportar trofeos de caza
Cecil PD

Rastrearon a Cecil hasta que lo encontraron, entonces, le volvieron a disparar con un arma a bocajarro

«Con efecto inmediato, Delta prohíbe el transporte como carga de trofeos en todo el mundo de león, leopardo, elefante, rinoceronte y búfalo».

Con este comunicado, Delta, una de las principales compañías aéreas de EE UU, prohibía el lunes el transporte de trofeos de caza mayor en sus aviones (El millonario electrocutaba tigres en peligro de extinción y se los zampaba untando sus penes en salsa).

La polémica generada por la muerte del león Cecil a manos del cazador estadounidense James Palmer ha llevado también a las otras dos grandes aerolíneas de EE UU, United Airlines y American Airlines, a seguir los pasos de Delta.

La decisión de las compañías estadounidenses de no albergar en sus naves trofeos de este tipo llega en plena temporada de caza en los países africanos.

Hasta ahora, la política de estas empresas era la de aceptar sólo aquellos trofeos que cumpliesen, «de forma estricta», con todas las regulaciones gubernamentales en relación a las especies protegidas (El mítico El Empire State de Nueva York se ilumina por los animales en peligro de extinción).

La oleada de críticas en EE UU, pero también a través de Internet y redes sociales por la muerte del león Cecil a manos del norteamericano Palmer, dentista de profesión, ha hecho que las aerolíneas norteamericanas modifiquen su política ante los trofeos de caza (El cazador de Cecil pide disculpas: «No sabía que era un león tan conocido»).

El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE UU también ha abierto una investigación sobre el caso, al asegurar que «comparten» el interés de Zimbabue en la protección de las especies amenazadas.

La organización investiga si la muerte del león pudo estar conectada con una red ilegal de tráfico de animales.

Palmer participó el pasado 6 de julio en una cacería nocturna en el Parque Nacional de Hwange, en el oeste de Zimbabue, según la Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF, en inglés). Johnny Rodrigues, responsable de ZCTF, ha asegurado que Palmer disparó al león Cecil con un arco y una flecha, pero que el felino no murió.

Lo rastrearon hasta que lo encontraron. Entonces, “le volvieron a disparar con un arma a bocajarro”, denuncia Rodrigues (El cazador del león Cecil que pagó 50.000 € por decapitarlo ¡es un dentista de EEUU!).

La justicia estadounidense ha solicitado al dentista a que comparezca para conocer su versión de los hechos. Zimbabue ha pedido a EE UU la extradición del cazador.

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