Muchas personas se han visto obligadas a abandonar sus mascotas porque se van del país o no tienen dinero ni alimentos para mantenerlas. A esto se suma que los animales están afectados por el sonido de las bombas y los efectos de los gases lacrimógenos, según informa Univisión. La desnutrición y las enfermedades de las mascotas se convierten poco a poco en un problema de salud pública.