La población de jabalíes está en pleno crecimiento en toda la península, pero el caso de la Comunidad de Madrid es especialmente curioso.
En algunos municipios como Torrelodones han decidido controlar a esta plaga (como ya ha sido apodada) con métodos drásticos.
La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid consideró este lunes que la presencia de jabalíes en el municipio de Torrelodones es una «plaga» y que la mejor opción pasa por sacrificar a una parte para controlar la población.
Pero este problema no es único de Torrelodones, en otros municipios la situación se está convirtiendo en un problema, como es el caso de Rivas Vaciamadrid y Arganda del Rey, por donde transcurre el Parque Regional del Sureste.
La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid consideró este lunes que la presencia de jabalíes en el municipio de Torrelodones es una «plaga» y que la mejor opción pasa por sacrificar a una parte para controlar la población.
Aunque la situación más compleja se vive en algunos municipios de la zona norte de la Comunidad de Madrid, el problema ha llegado también al sureste. En zonas como el Parque Regional del Sureste el jabalí se había convertido en una especie escasa. Sin embargo, en los últimos años se pueden ver piaras de jabalíes comiendo en los cubos de basura de los pueblos que se encuentran dentro de sus límites.
Se estima que en el año 2015, la población de jabalíes en toda la comunidad rondaba los 30.000 ejemplares. En poco más de dos años esta cantidad ha podido aumentar en un más de un 30% hasta superar los 40.000 ejemplares según las últimas estimaciones.
El sacrificio como opción
Así ha respondido el Gobierno regional a un escrito remitido en agosto por el Ayuntamiento de Torrelodones en el que se solicitaba aclaración sobre cómo debía y podía actuar el Consistorio ante la presencia de jabalíes en los espacios urbanos y forestales del término municipal.
El escrito, firmado por los directores Generales de Medio Ambiente y Agricultura, apunta que estos animales «deben ser considerados como una plaga».
«El control de los jabalíes es análogo a cualquier otro control de animales asimilable a plaga que pueda realizar el Ayuntamiento. Ninguno de ellos, incluido el jabalí, puede ser tratado como un animal de compañía, ni domestico siquiera».
Asimismo, prácticamente cierran todas las posibilidades de actuación salvo su captura y «envío a matadero para consumo humano, una práctica que podría complementarse con la donación de carnes que sean aptas para el consumo humano a Caritas u otras ONG».
La posibilidad de trasladarlos a un centro de cuarentena «no sería en absoluto recomendable» de acuerdo al informe de la Comunidad ya que la cabaña de jabalíes es «sensible frente a diversas enfermedades en los que existe una alta prevalencia».
A ello se añade que tras el paso por el centro de cuarentena, la Comunidad de Madrid establece que los jabalíes «solo podrán salir del centro de cuarentena con destino al sacrificio o a fincas, donde posteriormente se cazarán».
Tras la recepción de este informe, el próximo pleno discutirá la puesta en marcha de una comisión con presencia de todos los partidos del Consistorio con el fin de acordar un plan de acción a largo plazo, coordinado con Las Rozas, Galapagar y Hoyo dado que el informe deja claro que la Comunidad de Madrid no intervendrá ante los diversos problemas que generan los jabalíes.
