El hecho ocurrió el pasado domingo 10 de diciembre de 2017, en una playa de Brighton (Reino Unido). En las imágenes registradas por un testigo, se aprecia el momento cuando la mujer corre en dirección al mar abierto y se lanza a las gélidas aguas, mientras su perro de raza Border Collie flota a unos metros de distancia.
De manera inesperada, una «pared de agua» sorprende a la dueña del animal, la derriba y la empuja hacia la orilla, observó el testigo. En seguida, el can alcanza la costa por su propia cuenta, aprovechando el impulso de otra ola. La mujer insiste en ayudarlo y lo toma en sus brazos, pero vuelve a perder el equilibrio a causa de la corriente. Finalmente, ambos logran salir del agua con ayuda de otra persona, según recoge RT.
El jefe del servicio local de guardacostas, Chris Ingall, advirtió que la mujer tuvo «mucha suerte» de no haber sido arrastrada mar adentro. Las aguas de esa zona aumentan de profundidad de manera muy repentina, por lo cual apenas unos pasos más podrían haber sido fatales.
