En un hospital infantil de Italia, perros terapeutas esperan impacientes la hora de entrar en las habitaciones de los niños que se encuentran ingresados para llevar su alegría y amor a ellos.
Los beneficios de las terapias con animales se han documentado desde la década de los 60, encontrando que los animales pueden actuar como instrumentos terapéuticos.
Ya que una relación intensa entre hombre y animal genera una estimulación psicológica, la cual favorece el proceso de salud del paciente, que aumenta la concentración de B-endorfinas, ocitocina, prolactina, dopamina.
También disminuye la concentración plasmática de cortisol; lo que produce finalmente un efecto positivo en el ánimo y comportamiento del paciente.