MUNDO CRUEL

Los 10 combates animales más salvajes que jamás has visto

Preparados genéticamente para defenderse en un territorio hostil

Fuertes, leales, vengativos y con un poderoso instinto de supervivencia.

Así son algunos de los animales salvajes de África, preparados genéticamente para defenderse en un territorio hostil.

Ya sea por motivaciones como el alimento, el apareamiento, las fronteras o el liderazgo de la manada, ellos despliegan extraordinarias habilidades y estrategias hasta ganar o morir.

Algunos de estos combates pueden verse a través de la serie Gangland Killers, por Discovery.

En cada episodio los protagonistas usan sus cuernos, dientes, garras o cualquier otra arma que tienen a su alcance contra miembros de igual o de distinta especie.

El resultado son enfrentamientos feroces y brutales que nos permiten conocer de cerca la vida salvaje africana.

Mientras esperamos los atrapantes capítulos, te contamos cuáles son algunas de las rivalidades más célebres y curiosas del continente.

Búfalos y leones, enemigos eternos

La experiencia demuestra que los búfalos (Syncerus caffer) y los leones africanos (Panthera leo) no tienen buena relación: uno con sus cuernos, otro con sus garras y dientes, se enfrentan en batallas épicas en las que cualquiera puede ser el ganador. Sucede que cuando el rey de la selva busca capturar a un búfalo como alimento, la manada de la víctima responde de inmediato en su defensa: luego de escuchar una llamada de auxilio, los bóvidos se reúnen y hacen frente al depredador, embistiéndolo hasta la muerte o manteniéndolo cautivo durante horas.

Los búfalos defienden a los miembros de su manada

Los búfalos se encuentran en el centro del continente, cerca de ríos, lagos o pantanos. Miden aproximadamente 1,75 metros de altura y tienen un peso promedio de entre 600 y 700 kilogramos. Debido a su gran tamaño y a su carácter recio y salvaje, solo tienen como depredadores al hombre, el león y el cocodrilo del Nilo. Los machos adultos son los encargados de alertar a la manada sobre algún peligro, y en caso de ser necesario acuden juntos al auxilio de un compañero.

Al enfrentarse con leones, los búfalos se acercan generalmente en grupo, intimidando con su robustez y sus cuernos. Los felinos, que no suelen superar los 190 kilogramos, pueden huir o enfrentarlos aplicando habilidosos saltos y lastimando con sus garras y colmillos. Cuando el combate es de uno contra uno suele ser parejo y puede durar desde pocos segundos hasta más de una hora.

Hienas vs. Hienas: Una disputa territorial

Otro enemigo común del león africano es la hiena manchada (Crocuta crocuta): ambos animales registran un antagonismo histórico, generalmente por el territorio y el alimento. Si bien en igualdad de condiciones los leones suelen ganar -pesan cerca del doble-, las hienas son competidores de temer dado que tienen poderosas mandíbulas, atacan en grupos más numerosos, son rápidas y extremadamente inteligentes.

Las hienas hembras son más grandes, fuertes y agresivas que los machos, resultando las líderes de la manada.

El problema de la hiena africana es que además de lidiar con sus depredadores, debe hacer frente a miembros de su misma especie. Por lo general la rivalidad comienza al nacer: las hembras suelen tener dos crías, que a los pocos días de vida pelean entre sí para establecer cuál será la dominante. Si bien la madre intenta apartar a los cachorros, es común que se enfrenten y que el más débil muera.

Los conflictos por el liderazgo permanecen en la adultez. Las hienas se organizan en clanes territoriales que pueden llegar a tener unos 80 individuos, conviviendo en guaridas que deben defender de sus congéneres intrusos: en caso de sentirse invadidos atacan en grupo, corriendo a sus víctimas y provocándoles mordeduras fatales.
Hipopótamos: Gigantes que luchan por la dominación.

Los hipopótamos luchan con sus poderosas mandíbulas.

Los hipopótamos (Hippopotamus amphibius) son animales subacuáticos que viven en ríos, lagos y pantanos de la sabana de África y de África Central. Si bien son herbívoros y no deberían pelear más que con sus depredadores, cuando se encuentran en el agua muestran una conducta muy territorial y suelen enfrentarse cuerpo a cuerpo contra miembros de su misma especie.

Viven en grupos de unos 15 individuos y siempre deben someterse a la autoridad de un macho dominante. La rivalidad por ser el líder de la manada y aparearse con las hembras comienza cuando tienen siete años y se evidencia a través de rugidos, bostezos y apertura de mandíbulas -pueden abrirlas hasta 120 grados-. También esparcen su orina y excremento para delimitar cuál es su territorio.

A diferencia de los leones, los búfalos y las hienas, los hipopótamos suelen luchar solos. Las disputas más frecuentes son entre machos dominantes y jóvenes y aumentan en temporada de sequía, cuando el agua y otros recursos son más escasos. Incluso, con el fin de ampliar su territorio, algunos individuos intentan matar a las crías: ahí es cuando las hembras salen en defensa de los pequeños, produciéndose combates entre ejemplares de ambos sexos.

En los enfrentamientos los hipopótamos abren las mandíbulas y lastiman a sus rivales con sus enormes dientes -tienen caninos inferiores que pueden superar los 50 centímetros de largo-. Más allá de su peso, que en ocasiones llega a los 3200 kilogramos, se mueven en el agua con una relativa agilidad: tienen patas cortas que les permiten mantener el equilibrio y propulsarse sin esfuerzo.

Si bien estos encuentros son muy agresivos, rara vez tienen un resultado fatal dado que terminan apenas queda demostrado quién es el más fuerte y el líder de la manada. El perdedor puede ser excluido del grupo, debiendo buscar un nuevo lugar donde vivir.

 

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