La osadía del reptil es inaudita. Ni corto ni perezoso, viendo a la manada de paquidermos acercarse a la orilla del río, se aposta cerca e intenta atrapar al más grande de todos.
Tiene éxito inicial, pero después se lleva lo suyo.
LOS COCODRILOS
Se denomina comúnmente cocodrilo a cualquiera de las 14 especies pertenecientes a la familia de los saurópsidos arcosaurios Crocodylidae.
Estos reptiles viven en África, América, Asia y Australia y los científicos estiman que aparecieron hace unos 55 millones de años, durante el Eoceno.
Con un modo de vida semiacuático, y con una tendencia a vivir en congregaciones, los cocodrilos son depredadores y se alimentan principalmente de otros animales vertebrados, aunque no es raro encontrar algunas especies que se alimenten de moluscos y crustáceos.
Los cocodrilos están dotados de una piel escamosa, muy dura y seca.
Sus fosas nasales y sus ojos se encuentran en la parte superior de la cabeza, lo que le permite ver y respirar mientras permanece en el agua.
Suelen pasar la mayor parte del día parados, a la espera de que una presa se acerque lo suficiente como para lanzar un ataque súbito.
Tienen además cuerpos pesados y metabolismos generalmente lentos, aunque pueden controlar la velocidad de su digestión según la abundancia de presas y de la temperatura ambiente.
Los cocodrilos del Nilo, por ejemplo, pueden llegar a medir 6 metros y pesar hasta 730 kilos.
Sin embargo, su tamaño medio es de unos 5 metros y unos 250 kilos. Se pueden encontrar en el África subsahariana, la cuenca del Nilo y en Madagascar y pueden llegar a vivir entre 50 y 80 años, dependiendo de la especie.