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Descubren cómo bucean en realidad los mamíferos marinos

Descubren cómo bucean en realidad los mamíferos marinos
Delfín Pixabay/ Imagen ilustrativa

Cómo hacen los mamíferos marinos para no sufrir la enfermedad de descompresión? Cualquiera que haya buceado sabrá del riesgo que existe al subir demasiado rápido a la superficie: el gas nitrógeno que ha pasado del aire a la sangre ya los tejidos del cuerpo durante la inmersión, puede expandirse rápidamente y provocar la aparición de burbujas que, en situaciones muy graves pueden causar la muerte.

El pasado abril, la Fundación Oceanogràfic y el Centro de Mamíferos Marinos de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI, en sus siglas en inglés) de Massachusetts (EE UU) propusieron una hipótesis rompedora que explicaba cómo mecanismos pulmonares activos de los animales, y no pasivos como se creía hasta ese momento, les permitían no padecer la enfermedad del buceador.

Ahora, un equipo internacional de investigadores liderados por Andreas Fahlman, investigador de la Fundación Oceanogràfic, publica en Frontiers in Physiology dos nuevos estudios sobre delfines en libertad que parecen corroborar esta teoría.

“¿Cómo puede una única especie tener estilos de vida tan distintos?”, se planteó Fahlman cuando observaba a dos poblaciones diferentes de delfín mular (Tursiops truncatus): una caza en superficie, cerca de la costa de Florida (EE UU); y otra, en las Islas Bermudas, donde busca comida a unos mil de metros de profundidad, realizando inmersiones de hasta 13 minutos con una sola respiración.

“Queríamos evaluar qué tipo de diferencias ocasionaban comportamientos tan diversos; permitiéndonos determinar hasta qué punto la fisiología puede cambiar dentro de una misma especie, y entender la amenaza que el estrés provocado por la actividad humana puede suponer a estos delfines en sus inmersiones profundas”, explica el experto.

Los resultados reflejan que no hay diferencias en la mecánica pulmonar ni en el metabolismo entre una y otra población, lo que concuerda con la hipótesis planteada en abril. Al depender la respiración de un mecanismo activo, la misma especie podría perfeccionarlo de diferentes maneras, según sus necesidades. Este mecanismo activo consistiría en dirigir el flujo sanguíneo durante la inmersión hacia las zonas del pulmón que han colapsado por la elevada presión, lo que limita el intercambio de gases, incluyendo el nitrógeno, leer más en SINC.

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