El 1891 explotó el tristemente famoso boxeo de canguros, y sucedió tanto en Estados Unidos como en Australia al mismo tiempo.

El machote le parte la cara al canguro para salvar a su perro

El tipo, al que intentaron después procesar por ‘maltrato animal’, le partió la cara al canguro para salvar a su perro, y no es un chiste.

El gesto de sorpresa del canguro lo dice todo, aunque de haberle respondido a puñetazos, el hombre hubiese tenido muy pocas posibilidades de ganar la pelea.

La Humanidad ha hecho muchas idioteces a lo largo de su historia.

Enfrentar a personas con canguros en combates de boxeo es claramente una de ellas.

LOS CANGUROS Y EL BOXEO

En la primavera de 1891, el mundo del entretenimiento experimentó un descubrimiento simultáneo.

Fue el año en el que explotó el tristemente famoso boxeo de canguros, y sucedió tanto en Estados Unidos como en Australia aproximadamente al mismo tiempo.

Según el artículo El canguro boxeador de Australia – ¿de Filadelfia?, una pieza muy detallada (y tremendamente ‘nerd’) escrita por Peter Jensen Brown en el sitio Early Sports and Pop Culture History Blog, las primeras noticias sobre boxeo con canguros en Australia aparecieron el 20 de marzo (Barrier Miner, un periódico de la ciudad de Broken Hill, en Nueva Gales del Sur) y el 26 de marzo (Table Talk, una publicación de Melbourne).

La pieza más antigua sobre el tema en EEUU, que según Brown podrían contener la primera crónica de un combate público entre un ser humano y un marsupial, fue publicada en el Phillipsburg Herald el 2 de abril del mismo 1891.

En Australia, las crónicas cuentan que un canguro llamado Jack dio una demostración de boxeo contra un hombre apodado Profesor Lindermann en Melbourne.

En Estados Unidos, la prensa recogió que un marsupial de nombre John L. —llamado así en honor a uno de los boxeadores más queridos de la época, John L. Sullivan— hacía ‘sparring’ con su entrenador en un zoo de Filadelfia tras mostrar «una aparente aptitud» para los combates.

El uso del canguro como animal de pelea responde a las características naturales de este marsupial.

En su entorno natural, los canguros se defienden de las agresiones usando sus patas delanteras (los «brazos») para agarrar y sujetar a su oponente: el objetivo es inmovilizarlo para patearle posteriormente con sus poderosas patas traseras. Por desgracia, a algunas personas aparentemente encargadas del cuidado de los canguros les pareció que los marsupiales asumían una postura propia del boxeo, así que decidieron ponerles guantes y «entrenarlos»… para explotarlos posteriormente.

LOS CANGUROS

El canguro gris oriental se encuentra en los bosques de Australia y Tasmania y, aunque prefiere vivir entre los árboles, suele ir a las praderas para pastar.

Los canguros grises, los canguros rojos y los walarús son llamados “grandes canguros” porque son mucho más grandes que las otras 70 especies de canguros.

Los canguros grises saltan sobre sus poderosas patas traseras a gran velocidad. Un canguro gris puede alcanzar los 56 kilómetros por hora y recorrer largas distancias a unos 24 kilómetros por hora. Pueden dar un salto de hasta 8 metros de longitud, que puede ser de hasta 1,8 metros de altura.

Las hembras solamente tienen una cría cada vez que, recién nacida, es más pequeña que una cereza. Al nacer, trepa inmediatamente hasta la bolsa marsupial, de la que no sale durante dos meses. Hasta los diez u once meses los jóvenes canguros siguen introduciéndose en la bolsa de sus madres en la que buscan seguridad cuando se sienten amenazados. Cuando crecen, suelen verse las cabezas y patas de los jóvenes canguros sobresaliendo de las bolsas.

Los canguros machos son muy fuertes. Al igual que otras especies, los canguros a veces luchan por las hembras. Suelen apoyar su peso en su robusta cola y “boxear” con sus fuertes patas traseras. También pueden morder y blandir sus fuertes “puños”, lo hacen en el combate con otros enemigos, como los dingos.

Los canguros grises suelen formar grupos. Durante siglos, los aborígenes y australianos de origen europeo despejaron extensiones de tierra y establecieron fuentes de agua, lo que ha ayudado a los canguros a desarrollarse. En Australia hay varios millones de canguros y un elevado número son cazados al año por su piel y su carne, que se ha convertido en un alimento muy popular.

 

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