Al desventurado, un joven inmnigrante de origen búlgaro, lo encontraron los policías desnudo, arrebujado en el suelo y prácticamente siendo devorado por una jauría de perros, que no dejaban de morderle una y otra vez (Dos perros pitbull atacan salvajemente a su dueña hasta quitarle la vida en un refugio para animales).
El insistente sonido del claxon del coche de la patrulla, que acudió a auxiliarle, no fue suficiente para ahuyentar a los canes y, finalmente, los agentes tuvieron que salir del coche y realizar hasta 11 disparos al aire para que se fueran de la zona, cuando el hombre estaba ya moribundo.
Según avanza el Diario Sur, el incidente se produjo sobre las dos de la madrugada de este domingo y la víctima, de unos 30 aos de edad, se encuentra ingresada en la UCI del Hospital Clínico Universitario con lesiones muy graves.
Todo indica que el búlgaro vio sorprendido por la manada de canes en un descampado del polígono Santa Teresa, de la capital malagueña.
Un vecino alertó a la Policía Local del ataque y cuando estos llegaron media docena de perros seguían mordiendo al hombre.
Los agentes solicitaron a toda prisa una ambulancia y de ahí trasladaron al inmigrante al hospital.
Los policías que se personaron en el lugar de los hechos realizaron una batida en busca de testigos o los propietarios de los animales.
Un guarda que trabaja en las inmediaciones les dijo que, aunque no había visto el ataque, sí que sabía que había una manada de perros asilvestrados en la zona y que perseguían a los vehículos constantemente.
El trabajo de los agentes se centra ahora en localizar a los animales y en comprobar si tienen propietario o han sido abandonados por sus dueños.
Hechos similares
Sucesos como este no es la primera vez que ocurren en España, hace unos meses, un anciano, falleció tras ser atacado por tres rottweiler, que le causaron desgarros en brazos y piernas a consecuencia de las múltiples dentelladas que le dieron.
Los tres animales eran utilizados como guardianes para evitar robos en una planta de cemento y hormigón, en la zona de Embajadores (Madrid).
Unos vecinos, con los que pudo hablar este diario, aseguraron que los canes «eran muy peligrosos».
«No te puedes acercar a la valla y estando sueltos aún menos porque te atacan. Nunca les daban de comer, pasaban mucha hambre».
Así fue el terrible ataque de una jauría de perros a un periodista en directo