Un semental de tortuga gigante con más de 100 años y con hijos en diferentes lugares de América se ha alzado como el salvador de su especie.
El afamado reptil se llama Diego, y ha procreado más de 800 hijos por lo que le han puesto un curioso apodado, “Julio Iglesias” y nadie sabe el porqué, pero se puede afirmar que el 40% de su especie son descendientes de él, teniendo en cuenta que la población ha pasado de 15 a 2000 vertebrados.
Diego pertenece a la isla La Española, pasó una larga temporada en Estados Unidos, pero regreso al archipiélago ecuatoriano de Galápagos (Ecuador) donde ayudó a salvar su especie Chelonoidis hoodensis, ahora regresará a su hábitat, producto de que los piratas han disminuido la población de su especie, así que vuelve con la misión de seguir haciendo esa labor que se le da tan bien.
Luego de la culminación del programa de reproducción en cautiverio en La Española, el semental regresará con otros 14 adultos reproductores más, que eran los únicos que vivian en los años 60 en la isla.
Jorge Carrión, director del Parque Nacional Galápagos, ha informado que ese archipiélago tiene en la actualidad el 15% del número total de tortugas, el cual estima en unos 400.000 de quince especies.
«Además de la recuperación de la población de tortugas gigantes, las acciones de manejo implementadas para la restauración ecológica de la isla, como la erradicación de especies introducidas y la regeneración de cactus a través del proyecto Galápagos Verde 2050, han ayudado para que actualmente los ecosistemas de la isla tengan condiciones adecuadas para sostener a la creciente población de tortugas», explicó Carrión.