En muy común encontrarse con lombrices de tierra en el campo o en los jardines. Son el alimento predilecto para otros animales como aves, topos, tejones, zorros e, incluso, para algunos grandes insectos. Pero cumplen con otras funciones vitales para la vida en el planeta mucho más importante de lo que nos imaginamos.
El primero en darse cuenta fue nada más y nada menos que Charles Darwin, en el siglo XIX, cuando afirmó entonces que “es dudoso que existan otros animales que hayan jugado un papel más importante en la historia del mundo que estas criaturas de organización tan simple”.
Las lombrices de tierra tienen la capacidad de adentrarse profundamente en la tierra y, en grandes cantidades y de esta manera fortalecen las propiedades de la tierra para la siembra.
Es así, como las lombrices de tierra se consideran los grandes ‘ingenieros de los ecosistemas’. Con su actividad son capaces de modificar el suelo y crear nuevos hábitats para muchos otros animales.
Como consecuencia, producen una serie de servicios ecosistémicos que ofrecen al resto de organismos, entre ellos al propio ser humano, y que no han sido valorados por la sociedad.
En una investigación publicada en la revista Science, divulgó el estudio de 140 especialistas de todo el mundo a partir de datos de casi 7.000 localidades, incluyendo datos ambientales, procedentes de 57 países distintos de todos los continentes excepto la Antártida.
Nunca hasta ahora se había conseguido recopilar y analizar tal cantidad de datos sobre estos animales. Se trata, por tanto, del mayor estudio global sobre la distribución de las lombrices de tierra. Los resultados obtenidos son sorprendentes.
Esta investigación demostró que las lombrices presentan un patrón de distribución totalmente opuesto al que presentan los animales que viven encima del suelo. Su biodiversidad y abundancia es mayor en las zonas templadas que en las zonas tropicales.
La lombriz de tierra tiene capacidades totalmente excepcionales para metabolizar una increíble cantidad de materiales orgánicos incorporados al suelo por la muerte de las plantas y otros animales.
De igual manera, pueden consumir subproductos de actividades agroindustriales.
La lombriz ingiere la tierra y pasa estos materiales por su tubo digestivo, los degrada parcialmente para extraer los nutrientes que requiere, les adiciona productos metabólicos como la urea y finalmente los expulsa en forma de bloquecitos.
Esta actividad permanente disgrega, enriquece y ventila la tierra.
La lombriz de tierra no posee dientes, su efectividad se encuentra en su aparato digestivo para lo cual tiene un aparato bucal succionador, faringe, buche, molleja y el resto es intestino.
Tiene una glándula de Morren cuya función es segregar carbonato de calcio para controlar los iones de calcio en la sangre.
No poseen pulmones, respira por la piel.
La lombriz de tierra es hermafrodita incompleta, cada individuo posee espermatozoides y óvulos. Su sistema reproductor consta de órganos masculinos y femeninos dispuestos en la región ventral entre los segmentos 9 y 14.
La unión sexual se realiza por la noche y puede durar hasta 4 horas. Después las dos se separan ya fecundadas.