Recién nacido en peligro

Adriano Cattaneo, epidemiólogo de la Unidad de Investigación de Servicios de Salud y Salud Internacional del Instituto per l’Infanzia de Trieste (Italia), siempre ha tenido opiniones tajantes:

“la aplicación del Método Madre Canguro (MMC) a bebés prematuros o recién nacidos de bajo poco peso en países del Tercer Mundo hace que descienda la mortalidad de éstos”.

Pues bien, n estudio científico de reciente publicación ha venido a darle la razón.

El trabajo, un ensayo clínico multicéntrico randomizado y cuyas pautas ya han sido adoptadas en treinta naciones, corresponde al Centre for Maternal and Child Health (WHO), junto con el IRCCS Burlo Garofolo, y funciona a nivel internacional desde 1994.

Precisa el experto, que participa estos días en el II Simposio Internacional sobre Lactancia Materna organizado por la Liga de la Leche de Euskadi, un dato escalofriante: “en el mundo se producen anualmente cuatro millones de muertes de recién nacidos, el 99% de las cuales en países en desarrollo”. A juicio de Adriano Cattaneo, “estas defunciones no son más que la punta del iceberg, ya que muchos otros niños mueren pasado el primer año de vida”. Según miembros de la Red Internacional de Cuidado de Madres Canguro (INK), promovida por el WHO y el IRCCS Burlo Garofolo, “muchas de estas muertes están relacionadas con recién nacidos enfermos, prematuros o con poco peso corporal. Lo mismo ocurriría en casos de inadecuada lactancia, un mal control de temperatura o un déficit en los cuidados materno filiales”.

Así, según los promotores del protocolo, pertenecientes a la Institución afincada en Trieste (Italia), “el MMC desempeña un papel fundamental a la hora de evitar estos resultados”. En palabras de Adriano Cattaneo “el cuidado mediante madres canguro previene la mortalidad infantil, dignifica a las madres y a las familias, y refuerza los resultados obtenidos en estas áreas por los trabajadores de la salud”.

Los primeros resultados de los protocolos sanitarios que incluyen este tipo de cuidados, y que parten de trabajos realizados en Mozambique por la organización de Cattaneo en años previos a 1994, han tenido una difusión internacional en una serie de reuniones llevadas a cabo en Trieste (1994), Bogotá (1998), Yakarta (2000), Ciudad del Cabo (2002), y Río de Janeiro (2004.) “Desde la primera reunión -comenta Cattaneo-, se vio clara la necesidad de crear la Red Internacional de MMC debido al éxito obtenido y a la difusión de nuestras experiencias en otros países”.

En el primer encuentro de Trieste, “se desarrollaron una serie de recomendaciones que nacen del trabajo de MMC”. El documento, que ha tenido gran difusión internacional, fue finalmente publicado por la revista Acta Paedriatica, y en una versión reducida, por la publicación Journal of Tropical Pediatrics. Asimismo, fue seleccionada por UNICEF como “documento del mes”.

Detalla el especialista que “el método canguro puede ayudar al bebé a mantener el cuerpo caliente, regular su ritmo cardíaco y respiratorio, aumentar de peso, dormir profundamente durante más tiempo, estar más tiempo tranquilo y menos tiempo llorando o tener más probabilidades de amamantarse con éxito, ya que puede mejorar la producción de leche materna. El método canguro tiene beneficios emocionales para la madre. Le ayuda a aumentar su seguridad al brindarle al bebé una intimidad que puede mejorar la salud y el bienestar del niño”.

Como resultado de todas estas actividades, la OMS publicó en 2003 un manual práctico para la implementación del Método Madre Canguro, escrito por los integrantes de la red.

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