Es el nombre de la campaña que Perú, a nivel nacional, ha emprendido con el objetivo de disminuir los casos de diarrea en el país. La táctica es fácil: “lavarse las manos, con agua y jabón”.
Así de sencillo, pero esencialmente importante en un país donde la diarrea provoca la muerte de aproximadamente dos mil niños por año y afecta el desarrollo nutricional de millones de menores de 5 años de edad, que sufren entre 5 y 10 episodios de diarrea anual.
El reto de la iniciativa del lavado de manos con agua y jabón, donde participan activamente 30 organizaciones públicas y privadas es reducir en un 50 por ciento los casos de diarrea que se registran en el país.
En el marco de la campaña “Manos limpias, niños sanos” se vienen desarrollando una serie de actividades para promover la práctica de lavado de manos con agua y jabón tales como pasacalles, concursos de dibujo alusivos al tema entre otros.
Llama la atención que el 33 por ciento de las madres que realizan actividades en contacto con las heces, como el cambio de pañales o el uso de los servicios higiénicos, tiene el hábito de lavarse las manos, sin embargo solo el 19 por ciento se lava las manos utilizando el jabón.
El 89 por ciento de las viviendas en el Perú cuenta con jabón de ropa, pero sólo un bajo porcentaje lo usa durante el lavado de las manos.
La diarrea infantil, muy peligrosa
El problema de la diarrea infantil, afecta al 20,6 por ciento de los niños menores de cinco años sobre todo en las áreas rurales de la selva y sierra.
El Perú reporta una incidencia alarmante de diarrea, encontrándose que un niño de barrios peri-urbanos de Lima, puede llegar a tener en promedio 10 eventos de diarrea al año, retardando su crecimiento y desarrollo.
Las consecuencias de la diarrea se aprecian también en la economía familiar, un estudio revela que el tratamiento y recuperación de un episodio diarreico promedio – familia, gastaría aproximadamente el 20 por ciento de su ingreso mensual.
