La obesidad y la falta de ejercicio son un factor determinante para sufrir diabetes tipo 2, según los expertos participantes en la Semana Marañón 2005, que organiza la Fundación Gregorio Marañón.
«Al aumentar la obesidad en adolescentes aumenta en ellos la diabetes tipo 2, algo que era impensable 20 años atrás«, afirmó Xavier Formiguera, del hospital German Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).
El resultado puede ser una auténtica epidemia de diabetes. Los 190 millones de casos que existen actualmente podrían duplicarse en 2025, creando una carga «insoportable» para los Gobiernos, añadió Formiguera.
En la jornada, que tuvo lugar en la Fundación Ramón Areces, se expusieron también las posibles causas genéticas de la obesidad. María Orera, del hospital Gregorio Marañón de Madrid, explicó que, según un estudio de la Universidad Complutense, podría haber hasta 700 genes implicados. Este factor hereditario explicaría hasta un 40% de los casos de obesidad. Pero factores genéticos y ambientales se complementan. Algunos factores, como el gusto por ciertos alimentos o la disposición a hacer ejercicio tienen una causa genética, y la presión ambiental hace que algunos genes se expresen, explicó Orera, «con lo que se cierra el círculo».
La visión del problema de la relación entre obesidad, diabetes y mortalidad fue completada por Luis F. Pallardo, del hospital de La Paz (Madrid). Este endocrinólogo tomó el título de una obra de Gregorio Marañón de 1927 (Estudios prediabéticos) para explicar una cadena que empieza en la obesidad; pasa por los procesos inflamatorios; sigue por la resistencia a la insulina; produce diabetes, hipertensión, dislipemia o trombosis (factores de riesgo cardiovascular que conforman el llamado síndrome metabólico) y finaliza en la aterosclerosis, «que es lo que mata«.
