Los farmacéuticos temen que la UE deje sin botica a los pueblos

(PD).- La Unión Europea considera que el sistema farmacéutico español puede ser incompatible con las normas comunitarias relativas a la libertad de establecimiento y a la libre circulación de capitales. el comisario europeo para el mercado interior, Charlie McCreevy ha requerido a España para que implante, entre otras cuestiones, el libre acceso a la propiedad y a la apertura de farmacias, aspectos que la regulación vigente en España reserva a los farmacéuticos.

Según informa J.E.P en Idea Digital, el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos denunció ayer que esta «ofensiva liberalizadora» provocará la desatención de la población de pueblos pequeños -se habla de los de menos de mil habitantes- e incluso de zonas marginales o del extrarradio de las ciudades, que resultarían cuanto menos poco interesantes con criterios extrictamente comerciales.

Los boticarios indican que en toda España un millar de farmacias rurales podrían echar el cierre. La cifra en Andalucía alcanzaría las 150.

Nueva ley andaluza

Los farmacéuticos hacen sus advertencias justo en el momento en el que Bruselas apercibe a España y Andalucía prepara una ley que regule el sector en la que precisamente la apertura de nuevas oficinas (una quincena en la provincia de Jaén) en pueblos pequeños y localidades que han crecido en los últimos años es uno de los puntos a resolver.

El modelo actual, sostienen los farmacéuticos, garantiza que el 99% de la población tiene una farmacia en la localidad donde vive. El presidente del consejo andaluz, Manuel Arenas, asegura que la libertad de apertura «produciría un efecto de clara concentración en los espacios urbanos de mayor rentabilidad comercial».

El representante de los farmacéuticos andaluces abogó por que las instituciones, los partidos y los agentes económicos y sociales andaluces apoyen que la futura ley autonómica del sector «reafirme que la oficina de farmacia debe de ser, en Andalucía y en España, un centro sanitario antes que un establecimiento mercantil».

«El medicamento es un instrumento para la atención que el médico y el farmacéutico deben prestar a cada paciente, antes que una mercadería», enfatizó Arenas.

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