¿Quién no ha pasado una noche en vela alguna vez en su vida? Acostarse en la cama, dar vueltas, probar posturas, agobiarse, levantarse a dar un paseo por la habitación, al salón, volver a acostarse… y nada, que no hay manera, el sueño no quiere llegar. El insomnio es una situación que puede llegar a convertirse en angustiosa cuando se suele repetir durante varios días. Imaginad cómo lo deben pasar las personas que arrastran insomnio crónico durante días, semanas o, incluso, meses.
El insomnio es un trastorno del sueño que produce dificultades para dormir, bien para conciliar el sueño o bien para mantenerlo durante toda la noche una vez que hemos caído rendidos. Si no se produce de forma habitual no hay ningún problema de salud. En estos casos el insomnio puede estar causado por algún problema que hayamos arrastrado durante el día o por algo que esperamos que pase al día siguiente; o bien puede no tener razones emocionales y ser más bien algo físico, como la ingesta excesiva de café o sustancias excitantes.
Pero la preocupación llega cuando las dificultades para rendirse al sueño se suceden noche a noche, convirtiéndose en algo habitual que puede llegar a provocar problemas laborales e, incluso laborales. Cuando el insomnio es crónico, la persona que lo sufre se levanta de la cama sin haber descansado lo suficiente, con lo que arrastra el cansancio durante todo el día. En caso de que este estado se prolongue durante más de quince días seguidos ha llegado el momento de consultar con un especialista.
¿Psicólogo o médico? El profesional al que acudir varía según cuál sea la causa del insomnio. Si crees que se debe a un cúmulo de problemas en tu vida diaria, o al estrés o a algún hecho que te haya provocado un profundo ‘shock’ el lugar adecuado es la consulta del psicólogo; si no ha ocurrido nada de esto, quizá se trate de un problema mucho más complejo, algo de tipo físico o patológico, por lo que lo adecuado es dirigirse a un neurólogo.
Normalmente, las personas que padecen este trastorno recurren a medicamentos antidepresivos o somníferos. Sin embargo, esta automedicación no es positiva, ya que el organismo se acostumbra a relajarse únicamente cuando se ingieren fármacos y, por consiguiente, se produce una dependencia cercana a la drogadicción. Por ello, sólo se recomienda acudir a los medicamentos cuando ya se han utilizado otras técnicas sin éxito,… y siempre bajo la prescripción del médico.
Dejar de tomar bebidas estimultantes como el café, el té o refrescos de cola; evitar las comidas copiosas por la noche; no dormir la siesta para no alterar los horarios naturales del sueño,… son buenos hábitos que, además de ser un remedio para el insomnio, pueden ayudarnos de paso a llevar una vida saludable.
