La ingesta de uvas y nueces mitiga los efectos de la obesidad

Una sustancia muy concentrada en productos naturales como la uva y la nuez, el resveratrol, mitiga los efectos secundarios o no deseados de la obesidad y mejora la esperanza y la calidad de vida de quienes padecen sobrepeso, según un estudio científico internacional con participación española.

En las conclusiones del trabajo, desarrollado por un consorcio con científicos en su mayoría estadounidenses y publicado en el último número de la revista Nature, se demuestra que el resveratrol previene los efectos secundarios o no deseados de la obesidad. Entre los especialistas colaboraron dos españoles del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, de la Universidad Pablo Olavide-CSIC en Sevilla, que son el catedrático y doctor Plácido Navas, y el doctor Guillermo López, quienes han demostrado, en concreto, la biogénesis mitocondrial por el resveratrol.

Los científicos suministraron en ratones una dieta alimentaria muy rica en grasas junto con resveratrol, que es con lo que la planta se defiende frente a infecciones como los hongos. Según Navas, se comprobó que esos roedores eran más longevos y tenían mayor calidad de vida que los que engordaban sin esa sustancia.

Como parte del experimento, se alimentó a ratones en su vida adulta (con un año de vida) para que ganaran peso y se les suministró al mismo tiempo resveratrol. Estos animales desarrollaron un cambio metabólico capaz de prevenir, por ejemplo, todos los parámetros desencadenantes de enfermedades como la diabetes producida por la ingestión de muchas grasas.

Además, la esperanza de vida de esos roedores se incrementó con el suministro de resveratrol combinado con una dieta hipercalórica.

Según los datos de los experimentos, cuando la dieta rica en grasas era combinada con el suministro de resveratrol los ratones que morían eran sólo el 30%, mientras que el porcentaje alcanzaba el 50% entre los roedores a los que no se les suministró esa sustancia y ganaban peso. Así, los ratones alimentados con mucha grasa pero que además se les suministró resveratrol, presentaron una mejora en la calidad de vida.

Según Navas, se ha comprobado que en esos animales se produce un cambio molecular hacia una mayor producción de mitocondrias, que es donde se produce toda la maquinaria energética celular, y «si aumenta el número de mitocondrias aumenta la eficacia de la combustión de todos los materiales que van llegando».

Por tanto, las personas que engordan y comen uvas o beben un par de copas de vino tienen una vida más saludable y mejoran sustancialmente todo el equilibrio nutricional respecto a los obesos ajenos a estos hábitos.

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