Cuando estornudamos o nos sonamos la nariz estamos contribuyendo a que los virus que provocan el resfriado o la gripe se propaguen por el aire, poniendo la semilla para contagiar a las personas que nos rodean. ¿Y si hubiera un pañuelo que atrapara esos virus y los eliminara para evitar contagios? Ya lo hay, y lo ha comenzado a comercializar Kimberly-Clark, la compañía que produce marcas como Kleenex.
Los Kleenex antivirales son útiles para reducir la propagación de las enfermedades respiratorias, que tienen una enorme facilidad de contagio. De hecho, una persona resfriada puede llegar a contaminar a 78.125 personas sanas sólo en el transcurso de una semana.
Los pañuelos están formados por dos capas exteriores tratadas con silicona, para aportar suavidad, y por otra capa intermedia impregnada con los ingredientes activos que dan lugar a la fórmula antiviral: ácido cítrico y lauril sulfato de sodio. Si un enfermo estornuda y se pone el papel delante, la capa intermedia atrapa a los virus y elimina al 99,9% de ellos.
El presidente en Europa de la división de Cuidado Familiar de la compañía Kimberly-Clark, Alberto Cappellini, destacó que:
«Es esencial para el éxito de la compañía invertir en innovación en el sector de salud e higiene para satisfacer las necesidades de nuestros consumidores, y también para diferenciarnos con nuestros distribuidores. Cada innovación es un reflejo de lo que los consumidores quieren, necesitan y experimentan».
El producto ya lleva dos años a la venta en Estados Unidos, y dio el salto a Europa a través del Reino Unido. En los países donde ya se comercializa ha resultado ser «un éxito», según los responsables de la empresa. Lo que más llama la atención de los consumidores es su originalidad: dos tercios de las personas que lo han probado destacan su calidad como producto único o diferente.
