Conocer el camino que siguen los medicamentos desde que se desarrollan hasta que se dispensan en la farmacia es un objetivo compartido por la industria farmacéutica y por el ministerio de Sanidad y Consumo. Los primeros pretenden combatir el comercio paralelo y los segundos lo consideran prioritario para hacer frente a posibles desabastecimientos o retirar medicamentos peligrosos. Sin embargo, las dificultades técnicas hacen imposible, de momento, que se implante un sistema de seguimiento eficaz.
El debate sobre la trazabilidad estuvo en el centro del Consejo Interterritorial celebrado la pasada semana bajo coordinación del ministerio de Sanidad y Consumo. La idea de la reunión era fijar las bases que debían regir el real decreto sobre la trazabilidad que se está estudiando para desarrollar la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos. Sin embargo, se aplazó la implantación de un sistema de seguimiento.
Las administraciones autonómicas reunidas en el Consejo constataron la imposibilidad de llevar a cabo este proyecto, aduciendo que todavía no se dan las condiciones técnicas favorables, es decir, falta un sistema informático capaz de llevar la cuenta de las medicinas que se desarrollan, distribuyen y dispensan en España.
La enorme cantidad de medicamentos que circulan por el territorio español requieren de una base de datos capaz de soportar este flujo, que estaría centralizada y coordinada por el ministerio y se serviría de los datos enviados por las administraciones regionales. Para conseguirlo, las autoridades autonómicas pidieron algo más de tiempo, así como la puesta en marcha de una experiencia piloto para comprobar el modo en que funcionaría el sistema.
