Barcelona aspira a convertirse en la sede de la futura agencia europea de medicamentos innovadores, que la Unión Europea (UE) tiene previsto poner en marcha en los próximos meses para promover investigaciones de nuevos tratamientos de enfermedades como el Sida y la malaria. Sus competidores son Londres y Bruselas.
El presidente de la Comisión Ejecutiva de la BioRegió de Catalunya, Manel Balcells, explicó que la candidatura barcelonesa será presentada a finales de febrero por parte de la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, ante los socios comunitarios.
Según Balcells, «existen posibilidades» de que Barcelona logre la sede de la futura agencia europea, pero, para ello, deberá competir con la candidatura londinense, ciudad que ya acoge actualmente la Agencia Europea del Medicamento, y con Bruselas, que goza de bastantes posibilidades, ya que:
«La tendencia es que se quede allí donde se encuentra el Consejo de Europa».
Para Barcelona, la consecución de esta plataforma de fármacos innovadores, prevista por la UE en su séptimo programa marco de ciencias de la salud, significaría:
«Mucho porque por esta oficina de medicamentos innovadores pasarían los nuevos antibióticos, los nuevos tratamientos contra el Sida y otras enfermedades. Esto quiere decir que se desplazarían desde Bruselas hasta aquí un conjunto de investigadores de medicamentos, lo que atraería a diversos departamentos de investigación y desarrollo (I+D) de la industria farmacéutica».
De esta forma:
«Cataluña gestionaría una cantidad importante de proyectos y se convertiría en la referencia europea de nuevos medicamentos, con lo que esto significa para la industria farmacéutica».
La Fundación privada BioRegió es un ente creado en febrero de 2006 por el Ejecutivo catalán con el objetivo de coordinar la investigación y la actividad biomédica que se lleva a cabo en Catalunya.
«El tema de la economía basada en el conocimiento es una de las apuestas del Gobierno catalán para el futuro».
Esta fundación actúa como «lobby» catalán y representa a administración, industria farmacéutica e institutos de investigación biomédica vinculados a universidades. «Es el nexo de unión entre estas tres patas» que deben relacionarse para que las innovaciones que se descubren en los grandes hospitales puedan ser patentadas y transferidas al mundo de la industria que, a su vez, puede abrir líneas de negocio.
