Salgado reconoce sus excesos en la cruzada contra el vino

Salgado reconoce sus excesos en la cruzada contra el vino

Si es cierto que rectificar es de sabios, este Gobierno debe tener una sabiduría descomunal. Sobre todo en lo referente al ministerio de Sanidad y, más concretamente, a la polémica del vino. La ministra Salgado no ha podido con la presión social y se ha visto obligada a rectificar su dureza contra el vino. Ahora reconoce el sinsentido de incorporar esta bebida en el anteproyecto de ley para prevenir el alcoholismo entre menores.

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha reconocido que el primer texto del anteproyecto de ley del alcohol:

«Tal vez no estaba lo suficientemente centrado en los menores»

La sociedad española, junto al sector del vino, no ha aceptado las restricciones que el borrador imponía a la publicidad del vino, al creerlas desproporcionadas y fuera de lugar para conseguir el objetivo declarado de la ley: reducir el consumo de alcohol entre la juventud.

Durante la inauguración del II plenario del Foro La sociedad ante las drogas, Salgado ha admitido que el primer borrador, aunque siempre ha estado enfocado a los menores:

«Podía permitir alguna interpretación distinta».

Sin embargo, la ministra ha insistido en que «no se puede distinguir» entre tipos de alcohol en el caso de los menores, «como no lo hacen los profesionales sanitarios», porque todos tienen el mismo efecto perjudicial sobre el organismo. En este sentido ha destacado que un atracón de alcohol de fin de semana puede suponer para un adolescente una agresión mayor que un infarto cerebral para un adulto.

Respecto al nuevo borrador del anteproyecto de ley, Salgado ha señalado que se centra «absolutamente» en los menores y expresa «todavía con mayor claridad» que el anterior que las limitaciones en la promoción de las bebidas alcohólicas no son para adultos sino para menores. Así, el nuevo texto delimita la publicidad de alcohol en programas de medios de comunicación dirigidos específicamente a este grupo de población.

La próxima semana Elena Salgado tendrá una reunión con los representantes del sector del vino, a quienes ha instado a reflexionar sobre las contradicciones que, a su juicio, existen al decir que la ley podría afectar las ventas de vino y al mismo tiempo asegurar que los jóvenes no beben.

La ministra ha concluido que no son los bodegueros los que insisten en reunirse con ella sino que ha sido ella la que ha insistido en las reuniones para que se sumen al consenso de una ley que, según ha indicado, «ha tratado de verse como un proyecto restrictivo» pero que ha tenido el apoyo de los profesionales sanitarios, los consumidores y la sociedad.

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