Solbes torpedea la jugada «bucoelectoral» del PSOE


(PD/Agencias).- Pedro Solbes, vicepresidente segundo y ministro de Economía, no gana para sustos. En cuanto se descuida, aparece alguno de sus colegas con una propuesta electoralista, a menudo disparatada, siempre onerosa y sistemáticamente no prevista para los próximos Presupuestos del Estado.

El último en provocar el sobresalto de Solbes ha sido el recién nombrado ministro de Sanidad y Consumo. Bernat Soria anunció que va a lanzar un «plan de salud bucodental infantil», que pretende garantizar la gratuidad del dentista para todos los niños desde los siete a los quince años.

Pretende cofinanciar el proyecto junto con las comunidades y que la medida se aplique antes de acabar la legislatura para un millón de chavales de siete y ocho años, y que luego afectará a unos cuatro millones. En el mejor de los casos, unos 180 millones de euros anuales.

EL MINISTRO SORIA EN SUS TRECE

Bernat Soria sigue en sus trece e insiste en que la atención bucodental gratuita para niños de 7 a 15 años «irá adelante».

Para explicar el desbajuste y las diversas opiniones que tienen al respecto los ministros, se felicita de que el Gobierno sea «transparente» porque «las opiniones de los miembros se trasladan a la prensa».

Soria hizo estas declaraciones antes de comparecer en el Congreso, después de que el vicepresidente Solbes rechazara el coste presupuestario y la invasión de competencias que podría suponer el Plan de Salud Bucodental anunciado por el nuevo titular de Sanidad.

El ministro de Sanidad, no precisó cuándo comenzarán a ofrecerse estas prestaciones en el conjunto del Estado y advirtió de que su propuesta será llevada al Consejo Interterritorial de Salud que, previsiblemente, se celebrará en octubre o diciembre.

UNA OFERTA MÁS ELECTORAL QUE MÉDICA

La oferta, claramente electoralista, no iba respaldada por ningún presupuesto, ni, en consecuencia, por un cálculo mínimamente aproximado de lo que el Ministerio estaría dispuesto a aportar. Ayer, Solbes desveló los motivos por los que la propuesta de Soria sonaba muy bien, pero tiene pocas oportunidades de cuajar.

Un plan fantasma

El vicepresidente advirtió en rueda de prensa tras el Consejo de Política Fiscal y Financiera que existían «dificultades» en la iniciativa tan alegremente expuesta por Soria.

«No tenemos ningún documento —explicó Solbes— todavía sobre este punto y por lo tanto no sabemos cuál es la naturaleza del tipo de apoyo que quiere plantear, ni tampoco cuál es la memoria económica. No sabemos si es un cambio de prestaciones sanitarias, es decir, quitar un servicio gratuito para dar la atención dental, o un sistema convenido».

«Parece —prosiguió— que es un sistema convenido, pero es una cuestión que a mí me plantea dos dificultades. Una, evidentemente, de tipo presupuestario, ante la ausencia de una memoria económica».

«En segundo lugar —matizó—, por un asunto mucho más importante, que es el hecho de que el Estado puede entrar en competencias que son fundamentalmente responsabilidad de las comunidades autónomas».

Por ello, concluyó, «antes de decir que me parece bien, tengo que conocerlo con detalle y estudiarlo bastante más en profundidad».

Las palabras de Solbes fueron refrendadas por la ministra de Administraciones Públicas, antecesora de Bernat Soria en Sanidad y Consumo. Elena Salgado, no quiso opinar directamente sobre la medida, pero propinó, sin embargo, una puya a su sucesor por las formas:

«En mi etapa en Sanidad siempre tuve el apoyo del Ministerio de Economía para las iniciativas bien planteadas. El vicepresidente ha marcado el camino correcto».

No es la primera vez que Solbes se ha visto obligado a salir al paso de propuestas demasiado espontáneas de sus colegas. Recientemente tuvo que intervenir cuando la ministra de Vivienda, Carme Chacón, otra de las recientes apuestas de Zapatero, adelantó la posibilidad de «de recuperar las deducciones fiscales para los inquilinos» para incentivar el mercado de alquiler.

No tardó Solbes en enfriar el entusiasmo de la debutante y puntualizar que en cualquier caso, si la medida era aprobada, sólo sería para los jóvenes.

Al poco tiempo, le correspondió aportar un poco de seriedad ante la propuesta de Manuel Chaves de facilitar una vivienda a todos los andaluces que ganen menos de 3.000 euros al mes, de la que señaló que supondría «un coste excesivo». Y también le tocó a su jefe, Zapatero, a quien rebajó la euforia económica al asegurar que hay «problemas e incertidumbre».
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