El uso de los métodos anticonceptivos en España se ha disparado en los últimos diez años y ha pasado del 49% en 1997 al 80% en 2007. Los métodos reversibles, como la píldora y el preservativo, se han convertido en los más utilizados en detrimento de la esterilización femenina (4,1%) y masculina (4,3%) y otros sistemas de anticoncepción como el método Ogino (0,5%) o los parches y anillos (4,3%).
Estos datos aparecen recogidos en la V Encuesta Bayer Schering Pharma sobre Anticoncepción en España, que fue presentada ayer por el doctor Javier Martínez Salmeán, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Severo Ochoa de Madrid. Esta encuesta sobre hábitos anticonceptivos fue realizada entre 2.105 mujeres en edad fértil, de 15 a 49 años.
La píldora es el anticonceptivo que obtiene un mayor grado de satisfacción entre las usuarias -un 94% de ellas declara sentirse satisfecha o muy satisfecha-, frente a un 82% del preservativo. Y es que la píldora aporta beneficios añadidos, como el alivio de los síntomas premenstruales, la regulación del ciclo, el alivio del dolor menstrual y la mejora en el aspecto de la piel y del cabello.
El aumento del uso de la píldora en el último decenio, utilizada ahora por el 20,3% de las mujeres españolas, nos acerca cada vez más al perfil de nuestro entorno europeo, donde es el anticonceptivo más usado (49% en Francia, 38% en Alemania, 31% en el Reino Unido y 29% en Italia).
El preservativo, por su parte, sigue siendo el sistema de contracepción más empleado entre las españolas, con la ventaja que ofrece de protegerse frente a enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, algo más de un 30% de los jóvenes, que es la franja que más lo utiliza, no recurre a él en relaciones esporádicas.
«Uno de cada tres jóvenes no utiliza preservativos en sus relaciones sexuales, una irresponsabilidad que aumenta el riesgo de embarazos no deseados, de las infecciones de transmisión sexual y un factor que influye de manera determinante en el incremento observado año tras año del número de abortos», afirma el doctor Salmeán, que cree que hay que seguir trabajando en el campo de la información sobre los hábitos anticonceptivos, toda vez que casi un millón de mujeres están expuestas a un embarazo no deseado por el uso de métodos no eficaces o por no utilizar ningún método.
