Presión alta en niños por culpa de la TV

(PD).- Según un estudio, los niños obesos que miran televisión muchas horas son más propensos a tener presión alta que los que pasan menos tiempo frente a la pantalla. El sedentarismo y la comida basura, son algunas de las causas.

El aumento del estrés psicológico y la comida basura que se consume durante esas horas podrían influir en esta relación, dijo a Reuters Health el autor principal del estudio, el doctor Jeffrey B. Schwimmer, de la University of California en San Diego.

El equipo dirigido por Schwimmer halló que los niños obesos que miraban entre dos y cuatro horas de TV por día eran 2,5 veces más propensos a tener presión alta que los que miraban menos TV, mientras que en los que pasaban más de cuatro horas frente a la pantalla se triplicaba el riesgo de tener hipertensión.

El tiempo de exposición a la TV influye claramente en la obesidad, mientras que el aumento de la presión es consecuencia de la obesidad, escribieron los autores en American Journal of Preventive Medicine. Para investigar esta relación, ellos evaluaron a 546 niños de 4 a 17 años bajo tratamiento contra la obesidad. El 43 por ciento tenía presión alta. La mayoría de los participantes con presión alta miraban 2 horas o más de TV.

El tiempo de exposición estaba relacionado también con la severidad de la obesidad. Los niños que miran TV por más tiempo también comen más alimentos grasos y salados, lo que influiría directamente en el aumento de la presión, apuntó el equipo.

Estudios demostraron que los niños que miran más TV sufren más estrés psicológico que el resto y cada vez hay más evidencia de que el estrés puede alterar la comunicación entre el cerebro y el resto de los órganos, lo que afecta la presión y modifica el proceso de acumulación y distribución de la grasa en el cuerpo.

Los resultados destacan la importancia de limitar la exposición de los niños a la TV a menos de dos horas diarias, como lo recomienda la Sociedad Estadounidense de Pediatría, dijo el autor; esto sería especialmente importante para los niños obesos.

Los pediatras no suelen controlar la presión a los niños y, si lo hacen, «no suele ser correctamente. Los padres deberían conversar sobre esto con los pediatras», aseguró Schwimmer.

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