(PD).- Soria negó ayer cualquier ampliación de la ley del aborto, un día después de que Caldera propusiera cambios. Los socialistas llevaban la Ley de Plazos en el programa electoral de 2004, pero la rechazaron en el Congreso esta semana. ¿Qué dirán en el programa de 2008?
El ministro de Sanidad, Bernat Soria, dijo este jueves que una posible ampliación de la ley del aborto «no está en la agenda política». Sólo unas horas antes, su compañero de Gabinete, Jesús Caldera, admitió que la ley actual «tiene algunas deficiencias»y propuso como posible solución una ley de plazos. Pero cuando esta misma semana Izquierda unida presentó en el Congreso una moción para pedirla,el PSOE votó en contra.
Extraña posición, si se piensa que los socialistas llevaban esa Ley de Plazos en su programa electoral de 2004. No tanto, si se tiene en cuenta que dentro de tres meses hay nuevas elecciones. Y una toma de posición en cualquiera de los dos sentidos puede suponer una pérdida de votos que al parecer el PSOE no está dispuesto a asumir. Ni siquiera a costa de la imágen del partido que generan las declaraciones radicalmente opuestas de sus ministros y que, por otra parte, también pueden pasarle factura en las urnas el 9 de marzo.
Las declaraciones de los máximos responsables socialistas estos días, a fuerza de intentar ser neutrales, pierden prácticamente todo significado. Como muestra, sirva un botón. ¿Qué quiere hacer el Gobierno? Pues «lo que va a procurar es que ese derecho que tienen las ciudadanas y que se corresponde con un derecho que tiene que ejercer el Sistema Nacional de Salud, se ejerza en las mayores condiciones de garantía, seguridad y calidad en la asistencia», dijo Soria. Y ni una palabra más.
Tampoco en el programa electoral de 2008 van a ser mucho más claros respecto a este asunto. El PSOE no llevará la ampliación del aborto y, todo lo más, sus propuestas incluirán el complomiso de abordar «una reflexión seria» sobre el tema. Lo dijo el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero esta misma semana en un intento, a todas luces infructuoso, de zanjar el debate abierto en la Ejecutiva Federal del partido.
Cambio de postura
La «reflexión» que el PSOE dice necesitar ahora ya la tenía hecha durante los gobiernos del PP, cuando su postura fue clara e invariable. «Durante la primera legislatura del PP, cuando gobernaba sin mayoría absoluta, el PSOE intervino en el Congreso ocho ocasiones a favor de una Ley de Plazos», recuerda Carme García, la diputada de IU que presentó la moción a favor de esa norma, rechazada el martes por los socialistas.
Durante los últimos cuatro años de Aznar «el PSOE sólo presentó dos iniciativas por la ley de plazos, pero votó a favor de todas las que impulsaron los demás», añade.
Para García, lo ocurrido estos últimos días «demuestra de manera lamentable que el PSOE está pensando en un puñado de votos» y sus altos cargos «se reparten los papeles», para «no mojarse definitivamente». En su opinión, de todas formas, los socialistas «van a tener que plantear la ley de plazos en la próxima legislatura, no por la coherencia interna que no están demostrando, sino obligados por el problema de las clínicas».
Según la diputada estos centros, que realizan las interrupciones del embarazo en conciertos con la sanidad pública, se encuentran con un «grave problema»: en el tercer supuesto en el que la ley actual permite abortar (el peligro para la salud física o psiquica de la madre), la ley no contempla un plazo por lo que «queda un coladero enorme para quienes quieran aprovecharse, que son los menos, y una situación de indefinición para el resto peligrosa».
«El PSOE sabe que la ley de 1985 no resuelve esos problemas, pero tiene miedo de mojarse», dice. «Es políticamente inaceptable que 12 años después de proponer una ley de plazos, digan que necesitan una reflexión, o un amplio consenso que, cómo saben, en este asunto no se va a producir», concluye García.
