(PD).- Kirstie Alley, la protagonista de «Fat Actress», fue contratada hace tres años como imagen de un programa de adelgazamiento para perder 22 kilos, pero incumplió el contrato y le pasó factura.
La contrataron para hacer ver a los espectadores estadounidenses que su método de adelgazamiento era efectivo, pero tres años después, con ella no lo ha sido. Solución: despedida. La afectada es la actriz Kirstie Alley, conocida por varias series de televisión y por películas como Mira quién habla.
Alley es la estrella de Fat Actress (La actriz gorda), una serie para la que tuvo que ganar unos cuantos kilos por exigencias del guión. Así que, en 2005, la compañía de Jenny Craig Inc. la contrató como imagen de su programa de adelgazamiento. Tenía que perder 22 kilos, según informa el diario 20 minutos.
Pero tres años después, los trucos de Jenny Craig para perder peso no han surtido efecto en la actriz, así que su compañía ha decidido romper el contrato de imagen porque Alley no había sido capaz de predicar con el ejemplo.
