Los cigarrillos actuales se fabrican a partir de una receta secreta que incluye mucho más que tabaco y alquitrán. Hace ocho años, un informe del Departamento de Sanidad de Estados Unidos reveló que el humo del tabaco contenía más de 4.000 componentes químicos, 43 de ellos carcinógenos (con capacidad para favorecer el desarrollo de un cáncer). Ahora un grupo de investigadores de la Universidad de California muestra en un estudio «in vitro» un componente más que es capaz de convertir en cancerosas las células sanas de los pulmones.
El descubrimiento se publica en «Faseb Journal», la publicación de las asociaciones americanas de Biología Experimental.
Esa sustancia tan peligrosa es el peróxido de hidrógeno, un poderoso oxidante más conocido como agua oxigenada. Otros oxidantes similares del tabaco también podrían ocasionar el mismo efecto, apuntan los investigadores coordinados por Txipora Goldkorn.
En su investigación, los científicos expusieron diferentes cultivos celulares de pulmón al humo del cigarrillo y al peróxido de hidrógeno. Después las células fueron incubadas durante dos días. Los cultivos de estas células se compararon y se comprobó que las células expuestas al peróxido de hidrógeno mostraron las mismas firmas moleculares del desarrollo del cáncer. Las células no expuestas, ni al humo del tabaco ni al peróxido de hidrogéno, no las mostraron.
Si los resultados de este hallazgo se confirman en otros estudios, podría contarse con una nueva pista para desarrollar tratamientos más eficaces contra el cáncer de pulmón. «Con un deprimente 15,5% de supervivencia a los cinco años para estos enfermos, esperamos que este estudio proporcione un mejor conocimiento en la identificación de nuevas dianas terapéuticas», escribe Goldkorn.
