(PD / Agencias).- Los gastos sanitarios y la pérdida de trabajo vinculados a la obesidad le suponen un gasto de 45.000 millones de dólares anuales a la economía de Estados Unidos, según un estudio de ‘The Conference Board’, centro de investigación vinculado a la Reserva Federal.
Tener un sobrepeso severo está asociado con un incremento del 36% del gasto en atención médica, mucho más que los costes aparejados con el tabaco o el alcoholismo, mientras que los pacientes obesos gastan un 77% más que la media, según el estudio.
Más del 30% de los estadounidenses adultos son obesos, un 15% más que en 1980, y su tratamiento consume entre el 5% y el 7% del presupuesto sanitario del país, señala el análisis. Este problema provoca que estos ciudadanos sean más susceptibles de sufrir diabetes, ataques al corazón y otros males.
«Los problemas de salud derivados de la obesidad de los empleados le cuestan a las compañías miles de millones de dólares cada año en atención médica y bajas laborales», asegura la coautora del análisis, Linda Barrington. «Los empresarios deben prestar atención al peso de sus trabajadores», añade.
No obstante, los empresarios «tienen que valorar los riesgos de ser demasiado intrusivos en la vida privada de sus empleados y los peligros de no actuar». «Es evidente que a medida que el peso aumenta, los beneficios bajan. Los responsables de las empresas deben tener especial cuidado en evitar cualquier posible discriminación, por el bien de esa persona y por el de la compañía», afirma Barrington.
Los investigadores proponen que los empresarios incentiven a sus empleados a perder peso. Ofrecer dinero, días de vacaciones pagadas extra, o rebajas en el pago de sus seguros son soluciones más baratas que la mayoría de programas sanitarios, según los autores del estudio.
La posibilidad de someterse a una operación quirúrgica despierta dudas en el informe. Aunque un 9% de todos los empleados pueden elegir esta solución, los costes de la operación y su recuperación se disparan, a lo que se suma que el trabajador podría abandonar la empresa y esta no recuperar lo gastado en él, según algunas críticas recogidas por el estudio.
La obesidad se define según el índice de masa corporal. Éste es el coeficiente del peso de la persona en kilos dividido por la altura en metros elevado al cuadrado. Tener más de 30 supone obesidad; entre 25 y 29,9 es sobrepeso, y entre 18,6 y 24,9 es un peso adecuado.
