(PD/EFE).- Los más de 80.000 pacientes en tratamiento contra los opiáceos cuentan desde esta semana con una alternativa a la metadona, la combinación de fármacos buprenorfina-naxolona, que estará en las farmacias en una dos semanas.
Sin embargo, por el momento este tratamiento no contará con financiación sanitaria, tal y como explicó César Pereiro, presidente del comité organizador de las de las jornadas Socidrogalcohol 2008.
Estas jornadas, que se celebran desde el jueves en A Coruña y que contaron con la presencia de más de 800 profesionales que trabajan en alguna de las áreas relacionadas en materia de drogas, sirvió de escenario para presentar este nuevo método.
El tratamiento se comercializa en EE.UU. desde 2003, y Pereiro mostró su confianza en que «pronto tenga el apoyo de la administración sanitaria para evitar obstáculos en su utilización». Pereiro destacó las ventajas de esta combinación de buprenorfina y naxolona y dijo que está dirigida sobre todo a pacientes en «fase de mantenimiento» en los tratamientos contra la dependencia de opiáceos o a aquellos que no toleran la metadona o los programas excesivamente rígidos.
Durante esta jornada, también participó en el congreso Francina Fonseca Casals, del Instituto de Psiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar de Barcelona, que habló de la farmacogenética en relación con el mantenimiento con metadona, señaló que existe un 60 por ciento de posibilidad de heredar las tendencias adictivas.
«Está comprobado que hay individuos que presentan una vulnerabilidad genética a padecer enfermedades adictivas, y esa vulnerabilidad viene determinada por la actuación de varios genes al mismo tiempo», añadió.
El tratamiento con metadona posibilita, según explicó Fonseca, una disminución del consumo de opiáceos, un grado menor de mortalidad y una reducción del número de conductas ilegales relacionadas con la toma de estupefacientes.
